Presente de subjuntivo del verbo matar:

  1. Yo mate
  2. Tú mates
  3. Él mate

Que en muchas aulas de España nos refiramos a la asignatura de Matemáticas como «mates» o «matracas» desde luego que no ayuda a lavar la imagen que de esta asignatura tienen los alumnos pero, claramente, no está entre los cien motivos más importantes por los que la matemática no es la mejor considerada en las aulas.

Responde a estas 5 preguntas con SÍ o NO y averigua si el problema de que las matemáticas sean un suplicio está en tus alumnos o en ti:

  1. ¿Enseñas un contenido rememorando y replicando el modo en que a ti te lo enseñaron en su día?
  2. ¿Crees que cualquier persona independientemente de que sea maestro, médico, bombero o bailarín está igual de capacitado para enseñar a sumar o restar?
  3. ¿Si en una ficha con 10 divisiones de igual dificultad un alumno hace 3 bien y 7 mal opinas que no sabe dividir?
  4. ¿A resolver problemas se aprende resolviendo problemas?
  5. ¿Opinas que las tablas hay que aprenderlas y que no hay más modo de aprenderlas que de memoria?

Ahora llega el momento de que cuentes las respuestas y veas en qué grupo te hallas:

– 5 SÍES: Si has respondido a todo que sí tienes un problema. No crees en tus posibilidades, no ejerces de maestro sino de transmisor de conocimientos, no transmites pasión e ilusión que es el germen que le queda al alumno y que acabará siendo su motivación.

– Entre 3 y 5 SÍES: Tus alumnos odiarán las matemáticas exactamente igual que tú las odiaste en su día. Si no te ven disfrutar con las matemáticas tus alumnos tampoco lo harán. Recuerda que eres su ídolo.

– Entre 1 y 3 SÍES: Solo te falta creértelo un poco más y acabarás por darte cuenta de que si estudiaste magisterio era para crear tu propio método. Si enseñases como te enseñaron a ti, no necesitarías ser maestro, solo tener buena memoria. Tienes la suerte de ser maestro.

– NO, NO, NO, NO y NO: Si a todo has respondido NO… Gracias, gracias, gracias, gracias y gracias. Tus alumnos amarán las matemáticas tanto como las ames tú.

A TI, QUE A TODO DIJISTE «NO»: Cuenta a tus compañeros que si eres maestro, no es para hacer las cosas como ya las hicieron otros hace 30 años. Cuéntales que tu oficio es único y que tú nunca operarías a corazón abierto, ni apagarías un fuego porque sabes que hay profesionales que están más preparados que tú para eso. Ayuda a ver a tus compañeros que si 7 divisiones estaban mal quizá entró en juego el cansancio. Recuérdales que a veces la lectura es una barrera para resolver problemas y que no saber leer bien no implica no saber razonar bien. Y las tablas, las dichosas tablas, eso da para un post entero que hace un tiempo ya escribí…

No mates a las mates… Dales vida.

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Profe Bernabéu – Blog Enseñar Matemáticas