Entrevistamos a Susana Lominchar Jiménez, directora de El Cole de Celia y Pepe, colegio de educación especial de la Fundación Querer.

Vinculada a la enseñanza desde el inicio de su trayectoria profesional, lleva más de 30 años de experiencia relacionada con el sector educativo. Posee una extensa formación complementaria que abarca desde la gestión específica de centros educativos, la competencia matemática, el uso de la lectoescritura, así como la innovación educativa.

Convencida de que la educación es, además de un derecho, el principal activo de una sociedad al que deben tener acceso todos y cada uno de nuestros hijos más allá de las dificultades que puedan presentar.

 

– ¿Qué encontraste en el reto del Cole de Celia y Pepe que te hizo dejar tu vida de la educación de niños neurotípicos?

Me parece muy buena pregunta, la verdad es que llevaba 30 años en la educación ordinaria con niños neurotípicos, quizás había llegado a un momento de confort personal, pero a nivel profesional sentía que podía hacer más. No reniego para nada de mi trabajo anterior al que siempre tendré un reconocimiento y al que debo gran parte de cómo soy hoy, pero sí que estaba en un momento de inquietud profesional. Llegó este reto, no fue fácil tomar la decisión de abandonar esa zona de confort, pero creo que estoy donde debo estar. También pienso que el haber estado en los dos campos de la educación: ordinaria y especial, me permite tener una visión mucho más amplia y generalizada. El Cole de Celia y Pepe es un centro con una metodología única en España, es el primer centro en la comunidad de Madrid que ha conseguido que 10 niños de educación especial regresen a educación ordinaria. Cuando oí este dato pensé “algo se debe estar haciendo bien, puedo aportar mi granito de arena”, y aquí estoy.

 

«El Cole de Celia y Pepe es un centro con una metodología única en España, es el primer centro en la comunidad de Madrid que ha conseguido que 10 niños de educación especial regresen a educación ordinaria.»

 

– ¿Qué es lo que más te gusta de la educación especial?

Para poder hablar de educación especial, me gustaría hablar primero de qué es para mí la educación. La Educación no es una profesión como muchas personas pueden pensar, la educación es una vocación. Yo tengo el recuerdo de toda mi vida estar jugando a las “profes” y que el regalo que más ilusión me podía hacer era una pizarra verde con tizas blancas de las cuadradas, no de las redondas como las de ahora para que no “manchen”. Esos son mis primeros recuerdos siempre vinculados a la enseñanza. La EE todavía va más allá porque a esa vocación que sentimos todos los maestros se le unen unas necesidades que se tienen que cubrir y que no se pueden llevar a cabo en centros de educación ordinaria. En la educación encuentras un sentido a tu trabajo diario porque los receptores son niños, en la EE además esos niños son generalmente niños más vulnerables, niños que son así, diferentes, pero que ellos no tienen por qué sentir que son diferentes. Antes de la diferencia, debe prevalecer la infancia. Tienen los mismos derechos a aprender, a que se les atienda y a darles lo que necesitan como a cualquier otro niño.

 

– ¿Qué has aprendido hasta ahora de tus alumnos?

Todo y mucho, tengo miles de anécdotas y además lo bonito es que cada día aprendo algo más. Pero sin duda lo que me han enseñado es a no etiquetar, a no poner límites a su aprendizaje, a no pensar que todo vale para todos. Cada niño es diferente y por eso su aprendizaje es diferente y la educación tiene que adaptarse a ellos, a sus necesidades.

 

– ¿Y de sus padres?

Los padres son educadores, logopedas, investigadores… nada se les pone por delante. Es muy duro escuchar las historias de muchos de ellos y además necesitan ser escuchados. Son padres que desde el momento en que reciben la noticia de las necesidades de sus hijos comienzan un camino con muchísimos obstáculos y sin ninguna parada para descansar. Los padres juegan un papel muy importante en la educación de estos niños, ya que además de acompañarlos tienen que aceptar las necesidades de sus hijos y tienen que aceptar que sus hijos son diferentes y en algunos casos no es fácil. Son padres admirables y muchas veces una conversación con ellos te puede hacer ver las prioridades que debemos tener en nuestra vida personal. Forma parte de todos nosotros desestigmatizar la educación especial y ayudar a aceptar que las enfermedades neurológicas son eso: enfermedades.

 

«Los padres juegan un papel muy importante en la educación de estos niños, ya que además de acompañarlos tienen que aceptar las necesidades de sus hijos y tienen que aceptar que sus hijos son diferentes y en algunos casos no es fácil.»

 

– ¿Qué tiene el Cole de Celia y Pepe diferente a otros colegios?

El Cole de Celia y Pepe es especial, para niños especiales. En el Cole existe una relación muy directa con las familias y con todos los profesionales que atienden y trabajan con nuestros alumnos. Recuerdo el primer día que empezaban los niños y llegué un poco mentalizada para encontrarme con niños que necesitarían una “transición” para pasar de un verano en familia a una incorporación al Cole; mi gran sorpresa fue sentir que para ellos no había esa transición. Pude observar cómo el Cole forma parte de ellos. Vienen contentos, adoran a sus profes y sus profes sienten y comparten con cada alumno los momentos de aprendizaje y de ocio como si fueran parte de su familia. La jornada escolar es intensa, nuestros alumnos trabajan mucho y además son alumnos con unas características muy especiales en donde sus momentos de atención suelen ser muy reducidos y aún así conseguimos grandes avances. Antes he comentado que me llamó la atención que 10 niños habían conseguido incorporarse a la educación ordinaria, lógicamente es un hecho del que estamos orgullosos, pero no es nuestro objetivo. Nuestro objetivo es dar a cada niño lo que necesite, acompañarles y ayudarles a desarrollar su máximo potencial. Esto es seguramente lo que nos diferencia de otros colegios: la individualidad y la personalización.

 

– ¿Cómo te imaginas el proyecto educativo en 5 años?

Creciendo, ayudando a muchos más niños y familias. Y convirtiéndonos en un referente para los niños con trastornos del lenguaje y la comunicación.

 

– ¿Cómo funciona el colegio?

Nuestro día a día es intenso y nuestros alumnos trabajan bastante, intentamos adaptar las actividades de manera dinámica para que les resulten lo más atractivas posibles y sobre todo damos mucha importancia a la manipulación.

Cuando un niño llega a nuestro colegio lo primero que hacemos es una evaluación a todos los niveles. En esta evaluación intervienen todos los profesionales que van a trabajar de manera directa o indirecta con nuestros alumnos: maestros, logopedas, terapeutas ocupacionales, psicólogos… Somos un equipo multidisciplinar. Una vez que esa evaluación y observación se ha terminado (puede llevarnos dos o tres semanas) tenemos un punto de partida cuantitativo del momento tanto evolutivo como cognitivo en el que se encuentran nuestros alumnos. En ese momento a las familias se les entrega una propuesta curricular totalmente adaptada y personalizada. En esta propuesta también se incluyen el número de sesiones individualizadas que recibirá con nuestros profesionales, objetivos a trabajar y resultados y conclusiones de los test administrados.

 

«Cuando un niño llega a nuestro colegio lo primero que hacemos es una evaluación a todos los niveles. En esta evaluación intervienen todos los profesionales que van a trabajar de manera directa o indirecta con nuestros alumnos: maestros, logopedas, terapeutas ocupacionales, psicólogos… Somos un equipo multidisciplinar.»

 

– Y los proyectos que se llevan a cabo?

Los proyectos son uno de los pilares fundamentales de la Fundación Querer. Desde la Fundación agrupamos los proyectos en tres categorías diferentes: proyectos de educación, científicos y proyectos de concienciación social. Todos ellos tienen en común el mismo objetivo que es mejorar la educación y ayudar a los niños con necesidades especiales. Es verdad que yo vivo más directamente el proyecto del Cole, pero todos están vinculados entre sí para tener como beneficiarios directos a nuestros alumnos y sus familias.