Cada niño con necesidades educativas especiales es diferente y tiene unas fortalezas y dificultades particulares. Por ello, saber elegir el centro más adecuado es vital para su desarrollo; pero esta no es tarea sencilla. Los padres deben tener en cuenta muchos aspectos diferentes y valorar concienzudamente si el colegio se adapta a las características de su hijo.

Durante los meses de febrero y marzo, muchos colegios de educación especial celebran jornadas de puertas abiertas para facilitar a los padres la toma de decisión a la hora de elegir centro educativo para el próximo curso escolar. Se trata, además, de una oportunidad para conocer de primera mano cómo se trabaja en estos centros en un día en el que se autoriza a las familias a visitar las instalaciones y espacios que normalmente son de acceso restringido. También es una ocasión perfecta para que los padres intercambien opiniones con los profesionales y aclaren dudas.

Desde la Fundación Querer, ‘El Cole de Celia y Pepe’, colegio especializado en trastornos de lenguaje y la comunicación, celebra una jornada de puertas abiertas el próximo 10 de marzo, una oportunidad perfecta para todo aquel que quiera conocer su forma de trabajo. De cara a las visitas a este u otros centros, Susana Lominchar, directora de el centro, da una serie de consejos para padres a la hora de elegir colegio:

Buscar la especialización

La especialización de los colegios de educación especial supone un valor diferenciador de estos centros, que apuestan por obtener el máximo potencial del alumno. «Con cualquier niño es importante buscar la especialización, pero si, además, se trata de un niño con necesidades educativas especiales, con más razón, es imprescindible», asegura Lominchar.

Por tanto, será importante valorar si el centro está especializado en algún tipo de patología, dificultad o problemática específica. En ocasiones, el niño presentará dificultades en distintas áreas y los padres deberán encontrar un centro que cubra todas ellas o bien que esté enfocado en el área dónde tiene más necesidades, ya sea el plano del lenguaje y la comunicación, el área motora, auditiva…etc.

Además, será fundamental que el centro realice una evaluación ajustada al niño al inicio del curso. «Con estas pruebas valoramos y determinamos en qué momento de aprendizaje está y cuáles son sus fortalezas y también debilidades, para aplicar más recursos en ellas», señala Lominchar. Después, el colegio debe realizar «una adaptación total, personalizada e individualizada al alumno», a través de una propuesta individual curricular adaptada a sus necesidades.

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