Herramientas para ayudar a que los niños se organicen mejor, se concentren y salgan de casa a tiempo

Rae Jacobson

Cuando queremos que las cosas vayan bien en el colegio, tener las herramientas adecuadas para el trabajo puede darles a los niños una gran ventaja. Para los niños con dificultades en la función ejecutiva, los desafíos pueden ir desde estar al día con los deberes hasta ser capaces de encontrar sus zapatos por la mañana. Aquí está nuestra lista de herramientas que ayudarán a preparar a los niños si tienen problemas para organizarse y mantener la concentración.

Archivadores: Los archivadores son mejores que los cuadernos cuando tenemos que asegurarnos de que los papeles se mantengan en su lugar. Los niños con dificultades en la función ejecutiva deberían tener un archivador dedicado para cada asignatura, de esta forma no tendrán que revisarlo todo para encontrar los deberes de matemáticas. Un taladro de tres agujeros para hojas es el mejor amigo de un archivador. Ayudará a que los papeles no se pierdan. Finalmente, asegúrate que los niños tengan pegatinas de refuerzo para reparar papeles que sufran algún desperfecto y estarás más cerca de tener una mochila a prueba de pérdidas.

Calendarios: Plural. Los niños deberían tener un calendario para el colegio, con las clases y los deberes marcados—preferiblemente con códigos de colores por asignaturas — y otro para su vida social y extra escolar. Mantener las cosas separadas evitará confusiones y gestiona el tiempo mucho mejor. Llevar una agenda (y un bolígrafo que funcione) ayudará a los niños a realizar un seguimiento de las cosas que les suceden durante el día. Los calendarios físicos se pueden perder así que asegúrate de tener una copia online. La mayoría de las herramientas online también tienen recordatorios, que son fundamentales (¡para niños y padres!) cuando alguien trata de seguir la planificación.

Dos de todo: Las familias que lidian en el día a día con problemas de función ejecutiva no son ajenos a las prisas de la mañana tratando de encontrar el calcetín que falta o el zapato esquivo. Una manera de gestionar esto es duplicar todo lo que sea importante. Un par de calcetines extra, bolis, lápices, llaves y cualquier otra cosa que sea fácil de perder. Y, si ayuda, no lo dejes ahí. Algunas veces puede ayudar mucho tener un segundo—o tercer—par de zapatos, otro abrigo o cualquier otra cosa que evite que llegar a tiempo sea menos difícil.

Creadores silenciosos: Reducir la distracción significa que los niños serán más productivos y estarán menos estresados.  Unos buenos tapones para los oídos pueden ayudar a evitar cualquier distracción (una conversación ajena o un estornudo pueden causar una distracción), pero recuerda no usar el mismo par durante más de tres días para evitar infecciones. Auriculares y aplicaciones de ruido blanco como Simplynoise.com también pueden ayudar a mantener la concentración.

Mejor cosas grandes: Cuando tienes dificultades en la función ejecutiva puedes tener la sensación de que las cosas importantes como las llaves, tarjetas o documentos de identificación están siempre tratando de perderse. Pónselo difícil a estos pequeños artistas del escapismo haciéndolos más grandes. Los llaveros grandes son fácilmente localizables y difíciles de perder. Trata de utilizar fundas grandes y de colores llamativos para las tarjetas, documentos de identidad y carnets de conducir. Otra opción es considerar fijarlos de algún modo a la mochila. Cuanto más fáciles de ver sean las cosas, más difícil será perderlas.

Una buena cartera: No todas las carteras son iguales cuando se padece función ejecutiva. Para prevenir que el dinero, las tarjetas o cualquier otra cosa importante se caiga (y desaparezca) asegúrate que encuentras una en la que puedas ponerlo todo, desde las entradas del cine hasta el billete del autobús y todavía la puedas cerrar fácilmente y con seguridad. Las carteras también entran en la categoría de cuanto más grande mejor, así que cuando la compres considera tanto la forma como la funcionalidad.

Aperitivos: Cuando se trata del día a día, comida es igual a concentración. Prepara a los niños con un arsenal de aperitivos saludables y fáciles de comer. Evita las comidas copiosas, desequilibradas o con alto contenido en azúcar y apuesta en cambio por algo para picar rico en proteínas para mantener los niveles de azúcar en sangre estables durante el día.

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