Manuel Serrano Funes. Diplomado en Magisterio, logopeda, especializado en Pedagogía Terapeútica  y con amplia experiencia en la docencia.

El tema de hoy es la escritura. El anterior fue la lectura en los primeros años. Pues bien, este es el segundo paso (o el primero) para lo que se conoce como proceso de lectoescritura – los dos hitos más grandes que se darán en los años de enseñanza – aprendizaje, base sin la cual, los siguientes no se podrían consolidar.

Comenzaremos con una definición:

La RAE define escribir (proceso de escritura) como:

“1. tr. Representar las palabras o las ideas con letras u otros signos trazados en papel u otra superficie”.

Para lograr este trazado y, cuando hablamos de inicios del proceso de escritura, es preciso matizar algunas cosas.

  • Primero: es un proceso complicado. Muy complicado.
  • Segundo: se encuentra en una de las partes más distales del cuerpo humano (mano).
  • Tercero: está sujeto a convencionalismos.
  • Cuarto: necesita una coordinación muy precisa.

Cuando escribía sobre la lectura ya nombré este concepto: input (palabra inglesa que significa “entrada”). Es decir, el canal por el cual se accede a la información. Bien, pues ahora tenemos el “output” o salida, en español. En la lectura era la vocalización o subvocalización (según sea en voz alta o sin sonido), en escritura es mucho más complejo.

Podemos ver dos tipos de escritura: Copiado y dictado.

  1. Copiado: transcribir los signos gráficos a signos gráficos.
  2. Dictado: transcripción de fonemas (sonidos) a signos gráficos. Aquí no puede ser sin comprensión. Es decir, si yo pronuncio: “a” y el niño escribe otra cosa es que algo falla. Obvio, pero muy complicado.

Veamos cómo se escribe: comenzamos con el copiado. Y antes de ello, con el tipo de letra. No es una cuestión baladí. La casi totalidad de los estímulos gráficos de lectura están en este tipo de letra: script o imprenta, como este mismo. Pero en la escuela utilizamos la cursiva…

Son dos tipos muy diferentes. Analicemos la letra.
Tomamos “a” en script y “a” en cursiva.

En infantil iniciamos con los palotes, los famosos palotes… trabajamos varios aspectos: Trazo y direccionalidad; prensión: es decir, coger el instrumento, bien sea un útil para escribir o un punzón (objeto parecido a un lápiz con una punta de metal que sirve para pinchar sobre soporte bajo el que se encuentra normalmente un corcho)…

Para coger cualquiera de los dos útiles necesitamos;

  • el concurso del dedo pulgar. El dedo antagonista, el dedo de la pinza (aunque ahora sirva para otras cosas).
  • postura adecuada.
  • Coordinación oculomanual, es decir, que la vista confirme lo que está haciendo la mano.

Con respecto a la mano, tendremos que tener en cuenta que, hasta los seis años, puede no estar definida la lateralidad. Puede usar una u otra indistintamente. Aunque tendamos, por comodidad, a lateralizar a los niños hacia su mano derecha. No por nada, solo que este mundo está hecho para que sea más fácil para los diestros que para los zurdos.

Hemos hablado de la mano dominante y del dedo pulgar pero nos faltan los antagonistas: índice y corazón. Son nuestros tres dedos escritores. Índice y pulgar sujetan el útil y corazón mantiene el apoyo.

Ahora toca el tema de la fuerza. La prensión sobre el útil debe de ser la adecuada, Ni excesiva, porque no correría, ni débil, porque se escaparía. Y todo eso a la vez. Sujeto el útil, sin demasiada o con escasa fuerza, con la mano dominante, o la que te digan, y entonces viene el problema. ¿Hacia dónde voy? Direccionalidad.

La direccionalidad es arbitraria. Analicemos las letras, luego están las ligaduras o uniones entre las letras

  • “a” Empieza arriba, gira a la izquierda y hacia abajo. Sube hasta tocar el punto de partida y baja en dirección contraria para terminar a media altura.
  • “e” empieza en el medio. Va hacia la derecha, gira a la izquierda, haciéndole coincidir con el punto en el que empieza y termina poco después, hacia arriba.
  • “i” la más sencilla. Inicia arriba. Palote y rabito a la derecha. Y el puntito.
  • “o”, sencilla, redonda, como una “a” sin terminar, a no ser que tengas que enlazarla…
  • “u” otra sencilla, comienza arriba, baja rabito a la derecha, arriba, abajo (en el mismo punto) y rabito a media altura.

Ahora haremos lo mismo con la letra script o de imprenta:

  • “a” empieza en medio, gira a la derecha, baja recta y después hace un giro a la izquierda que no llega al medio y acaba al pie de la línea de bajada.
  • “e”, igual que la cursiva, solo que con una línea recta, paralela al renglón …
  • “i” como la otra de fácil. Inicia arriba y recto abajo. Y sin olvidar el puntito
  • “o” fácil. Inicia arriba, gira a la izquierda y cierra en el mismo punto
  • “u” fácil. Inicia como la “i”, gira a la derecha, sube a la misma altura de la primera y baja recta.

Francamente es más fácil hacerlo que explicarlo. Pero aquí residen los problemas:

Mano:

  • Lateralización: hablamos de derecha e izquierda.
  • Localización espacial: arriba, abajo y si faltaba algo, en medio.

Vista:

Cuando ponemos “hasta” queremos decir que la vista te indicará el punto en el cual tienes que volver, acabar, empezar…

Cualquier dificultad en el input: ojos; o en el output: mano, traerá consigo dificultades.
Entonces, lo que se llama preescritura que no es otra cosa que escritura, ejercicios tendientes a… escribir

Pero aún nos queda algo de lo que no hemos hablado:

La escritura es un proceso en el intervienen los manos y vista y oído… y todo ello mediado por el cerebro. El cerebro es el que se encarga de recoger la información (input), procesarla y mandar lo que hay que hacer (output).

La importancia de la manifestación es la que nos dará la pauta de lo que se está haciendo. Es decir, si doy una orden y el niño la ejecuta de manera adecuada quiere decir que todos los conductos funcionan correctamente. Pero si la orden sale pero el resultado no es adecuado, entonces, ¿qué falla?

Veamos lo que puede fallar:

Oído: otitis, tapones, hipoacusia leve, moderada o severa. De trasmisión o neurológica. En caso de severa, con audífonos o implante.

Vista, desde ligeras pérdidas visuales a graves deficiencias e incluso ceguera. En este caso se adaptará la escritura al sistema Braille con ayuda de un especialista de la ONCE.

Mano (ya sé que no es un sentido) pero también puede dar problemas, desde falta de fuerza (laxitud) al exceso e incluso inhibición de la prensión. Para ello están los sistemas alternativos.

Y el cerebro. El máximo organizador. Cualquier disfunción provocará, irremediablemente, dificultades más graves cuanto más groseras sean.

Con lo cual queremos concluir que la escritura es un proceso complicadísimo. Más que la lectura. De manifestación más evidente y visible. Donde intervienen los mismos referentes que en la lectura y se le unen varios más hasta llegar a ser un conglomerado en el que cualquier deficiencia en uno de ellos dará como resultado, casi siempre, deficiencias en la escritura.

Y solo hemos hablado de los inicios de la escritura. La escritura en Infantil. La preescritura en primero de infantil, los inicios en segundo de infantil y la escritura en tercero… niños y niñas de cinco y seis años, aunque NO sea obligatorio.

Con respecto a los métodos de escritura, estos vienen de la mano de los de lectura. De hecho, casi siempre se nombran juntos, lecto-escritura. Así pues, dependiendo del método que lleve la escuela, implementará uno propio para la escritura.

Con todo lo dicho anteriormente solo quiero dejar constancia de la complejidad de la escritura y la necesidad de que estemos atentos a cualquier signo que nos haga pensar que ocurre algo en el proceso. Será el momento de acudir al especialista para que lo evalúe.

Gracias por llegar hasta aquí.