Investigadores de la Universidad Católica de Roma y la Universidad de Trento (Italia) han demostrado en un estudio, publicado en la revista ‘Nature Medicine’, que cuanto mayor es el nivel de injerto de los microorganismos trasplantados de microbiota fecal (FMT), mayores son las posibilidades de éxito de la terapia.

La microbiota intestinal -el conjunto de microorganismos que conviven en nuestro intestino y realizan distintas funciones, además de la digestiva-, está considerada como «el segundo cerebro» de nuestro cuerpo por su gran impacto en el funcionamiento de la mayoría de órganos y, por tanto, su importancia en nuestra salud.

Cuando esta microbiota está alterada puede provocar el surgimiento de enfermedades en diferentes partes del cuerpo. El trasplante de microbiota se presenta como una nueva frontera terapéutica para este problema, que abarca diferentes campos de la medicina, no solo de la gastroenterología.

Para realizar este trasplante, se aísla y purifica la microbiota del donante recolectada de las heces y se transfiere al receptor de diversas formas (en cápsulas o a través de una colonoscopia).

Para realizar este estudio se analizaron más de 1.300 muestras de microbiota intestinal de pacientes donantes y receptores con hasta ocho enfermedades diferentes, como síndrome del intestino irritable, diarrea por quimioterapia o síndrome de Tourette.

«Hemos visto que los pacientes con niveles más altos de injerto de microbiota logran una mejor respuesta clínica. También que el injerto es mayor en pacientes con enfermedades infecciosas, que tienen un desequilibrio de microbiota menos severo (disbiosis), que en aquellos con enfermedades crónicas enfermedades, que tienen disbiosis más compleja y radicada», asegura a Europa Press Gianluca Ianiro, investigador en enfermedades del Aparato Digestivo de la Universidad Católica.

Además, tal y como señalan los investigadores, a través de sofisticadas técnicas de secuenciación genómica y análisis informático se puede predecir la composición de la microbiota del donante después del trasplante, «lo que podría ayudar a identificar a los mejores donantes cuyas heces tienen más éxito en aumentar la diversidad de la microbiota, después del trasplante fecal».

Proyecto sobre ‘Microbiota y Permeabilidad intestinal’ de la Fundación Querer

La Fundación Querer lleva a cabo un proyecto científico sobre ‘Microbiota y Permeabilidad intestinal’ en niños con alteraciones del neurodesarrollo. En el estudio, dirigido por el Doctor Pablo Lapunzina, está previsto que participen entre 60 y 90 niños de cinco colegios de Madrid.

Este proyecto, del que se espera tener resultados en 2023, trata de demostrar si, a través del suministro de un probiótico -creado por Cantabria Labs-, se puede equilibrar la microbiota de estos niños y, por tanto, evitar la cronificación de ciertos trastornos neurológicos.

«Hemos creado un probiótico específico para conseguir tener un impacto en el currículum de los niños, sobre todo en cuanto a la lectoescritura. Además, como muchos de nuestros niños tienen problemas gastrointestinales, lo que afecta a su aprendizaje, el probiótico serviría también para arreglar estas disfunciones», explica Eugenia, directora de proyectos científicos de la Fundación Querer.