Los pacientes en un nuevo estudio de Northwestern Medicine pudieron comprender las palabras que se escribieron pero que no se dijeron en voz alta. Podían escribir los nombres de las cosas que vieron pero no verbalizarlos.

A pesar de que estos pacientes podían escuchar y hablar perfectamente bien, una enfermedad se había deslizado en una parte de su cerebro que les impedía procesar las palabras oídas y al mismo tiempo les permitía procesar las leídas. Los pacientes en el estudio tenían afasia progresiva primaria (APP), un tipo raro de demencia que destruye el lenguaje y actualmente no tiene tratamiento.

El estudio, publicado el 21 de marzo en la revista Cognitive and Behavioral Neurology, permitió a los científicos identificar un área previamente poco estudiada en el cerebro izquierdo que parece estar especializada en procesar palabras auditivas.

Si un paciente en el estudio veía la palabra «hipopótamo» escrita en un pedazo de papel, podía identificar un hipopótamo en las fichas. Pero cuando ese paciente escuchó a alguien decir «hipopótamo», no pudo señalar la imagen del animal.

 

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