Cuando miramos un objeto nuestros ojos reciben esa información y la envían a nuestro cerebro para ser interpretada y procesada. Cuando un niño tiene dificultad para dar sentido a lo que los ojos «ven», se denomina trastorno del procesamiento visual. Es posible tener una visión 20/20 y aún así tener dificultad para procesar lo que se ve, porque mientras “miramos” con nuestros ojos, realmente “vemos” con nuestro cerebro.

 

En 1862, Herman Snellen, un oftalmólogo holandés, desarrolló la tabla de Snellen que mide la agudeza visual para la distancia. En los Estados Unidos esa distancia es de 20 pies. Si bien la tabla de Snellen es la prueba de visión de diagnóstico más antigua que todavía se usa, lamentablemente también es la forma más común en la que se evalúa la visión de los niños. Un niño puede ver muy bien la tabla de Snellen a 20 pies con cualquier ojo y, por lo tanto, tener una visión de 20/20, pero es posible que no pueda enfocar los ojos para leer a 20 pulgadas. Es posible que el niño no pueda usar los ojos a la vez, puede tener dificultad para separar el primer plano del fondo o ubicar un elemento en el espacio, puede tener dificultad para juzgar la distancia, puede pasar por alto detalles visuales y señales sociales, y puede tener dificultad para usar la vista para guiar los movimientos del cuerpo, etc.

 

Los problemas que afectan la percepción visual y la organización a veces pueden ser difíciles de reconocer. Sin embargo, pueden tener un efecto muy significativo en el rendimiento académico, así como en las habilidades motoras y el comportamiento. Los siguientes son algunos comportamientos comunes que a menudo indican que un niño tiene problemas con el procesamiento de la visión:

 

Síntomas de problemas de procesamiento visual

·         Pérdida de atención y concentración

·         Soñar despierto

·         Mala letra, dificultad para escribir en líneas o mantener los márgenes

·         Torpeza, tropezar con cosas, incapacidad para atrapar una pelota, etc.

·         Dificultad para copiar información de la pizarra o de un libro

·         Pierde el lugar o salta palabras al leer

·         Dificultad con patrones o formas similares y/o letras o números similares (p. ej., q/p, d/b, 9/6)

·         Visión borrosa durante y/o después de la lectura

·         Falta de retención de material escrito o material didáctico visual

·         Dificultades para resolver problemas

·         Dolores de cabeza

 

Una evaluación integral de la visión de un niño puede incluir la evaluación del seguimiento ocular, la combinación de ojos, la fusión, la percepción de profundidad, la agudeza visual de cerca y de lejos, las habilidades motoras visuales, el cierre visual, el contraste visual, la discriminación visual, etc.

 

El tratamiento puede incluir gafas, actividades terapéuticas para hacer en casa, terapia visual, gafas con prisma, etc.

 

Para leer el artículo original en inglés en Padulainstitute.com puedes hacerlo aquí