La música puede ayudar a mejorar la comunicación social, así como la conectividad cerebral auditiva-motora en niños con trastorno del espectro autista (TEA), sugiere una nueva investigación basada en imágenes.

 

En un estudio de 51 niños con TEA, aquellos que fueron asignados aleatoriamente para recibir de 2 a 3 meses de una intervención musical improvisada tuvieron puntuaciones en comunicación significativamente más altas que aquellos que recibieron una intervención no musical.

 

También tenían una conectividad funcional en estado de reposo significativamente mayor entre las regiones auditivas y subcorticales del cerebro y entre las regiones auditivas y fronto-motoras. Además, el grupo de intervención musical mostró una conectividad más baja en las regiones visuales, que comúnmente se encuentran «sobreconectadas» en las personas con autismo.

 

«Estos hallazgos son emocionantes y hacen surgir muchas promesas en la intervención sobre el autismo», dijo en un comunicado de prensa la autora principal Megha Sharda, becaria postdoctoral, Laboratorio Internacional de Investigación del Cerebro, Música y Sonido, Departamento de Psicología, Universidad de Montreal, Canadá.

 

Continuar leyendo artículo original en Medscape Medical News