Salir de una conversación en español y convertirla en una discusión en alemán es un proceso de dos pasos que requiere un grado de esfuerzo cognitivo.

Hasta ahora, los investigadores nunca han estado seguros de qué parte requiere más trabajo: terminar el primer idioma o comenzar con el segundo. Un nuevo estudio revela lo que sucede arriba cuando hacemos un cambio entre idiomas.

«Una característica notable de los individuos multilingües es su capacidad para cambiar de manera rápida y precisa entre sus diferentes idiomas», dice la autora principal del estudio Esti Blanco-Elorrieta de la Universidad de Nueva York.

Esto no se limita al español y al alemán, o incluso a los idiomas verbales. Las personas que pasan de los lenguajes de signos a la palabra hablada también parecen combinar perfectamente una corriente de pensamiento con otra.

 

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