La logopedia se encarga de intervenir con el objetivo de atenuar y/o eliminar las dificultades que una persona puede presentar en las áreas de lenguaje, comunicación, habla, miofuncional, voz y lectoescritura.

Desde el área del lenguaje, se trabajan la fonología, la semántica, la morfosintaxis y la pragmática.

–       La fonología es una habilidad que se va adquiriendo desde el nacimiento, y es la encargada de estructurar y secuenciar los sonidos que componen el habla. Desde que los niños empiezan a producir los primeros sonidos, inicia un desarrollo que se expande hasta los seis años.

–       La semántica es la capacidad para adquirir nuevo vocabulario y usarlo de una manera cotidiana dentro de nuestro lenguaje. El desarrollo de esta capacidad también se inicia desde edades tempranas.

–       La morfosintaxis es la habilidad encargada de que un niño construya frases correctas desde un plano gramatical en su lenguaje espontáneo, así como su capacidad para comprender el mensaje escuchado.

–       La pragmática engloba el uso correcto del lenguaje en la comunicación, esta habilidad es fundamental para conseguir un correcto intercambio comunicativo en el día a día con otras personas.

En lo referente a la comunicación, la logopedia puede trabajar con sistemas alternativos o aumentativos de la comunicación (SAAC) en población que presenta diferentes dificultades para conseguir una comunicación verbal en sus diferentes entornos.

En cuanto a la lectoescritura, una intervención logopédica a tiempo es fundamental para conseguir abordar las diferentes dificultades que un niño con un retraso lector o una dislexia pueda presentar. En la intervención en la lectoescritura, se pueden trabajar desde las bases previas a la correcta adquisición de esta habilidad, llamadas prerrequisitos de la lectoescritura, hasta la precisión, fluidez y comprensión del mensaje escrito y leído.

Por otro lado, el área miofuncional es la encargada de llevar a cabo una normalización de los patrones de respiración, masticación, deglución y habla. En esta área se pueden tratar diversas dificultades que pueden ir desde degluciones atípicas, parálisis facial, respiración oral o hipotonía en la zona orofacial.

Por último, en cuanto a la voz, el tratamiento logopédico es fundamental, ya que esta es la herramienta básica para la comunicación con otras personas. Las disfonías, uno de los trastornos de la voz más comunes, se trabajan tanto en población infantil como adulta. La intervención en los trastornos de la voz es fundamental, ya que su objetivo principal eliminar los hábitos de mal uso o abuso vocal.

 

Luis Rojas Céspedes
Logopeda Fundación Querer