DESTACADO

 

  • Las unidades lingüísticas se desarrollaron para describir el lenguaje, no para ser unidades de procesamiento.

 

  • Los psicolingüistas deben investigar qué estructuras utilizan los oyentes para decodificar el habla.

 

  • Las unidades perceptivas se desarrollan a través de la exposición repetida a los patrones del habla.

 

  • La adaptación selectiva de las consonantes de detención es específica de la posición, consistente con el procesamiento específico de la posición.

 

  • La recuperación en el uso de la adaptación selectiva es útil, pero los investigadores deben familiarizarse con trabajos más antiguos.

 

SÍNTESIS

 

El presente estudio tiene componentes empíricos, metodológicos y teóricos. Se basa en gran medida en dos documentos recientes: Bowers et al. (2016) (JML, 87, 71–83) utilizaron resultados de experimentos de adaptación selectiva para argumentar que los fonemas juegan un papel crítico en la percepción del habla. Mitterer et al. (2018) (JML, 98, 77–92) respondieron con sus propios experimentos de adaptación para abogar por los alófonos. Estos estudios son parte de un uso renovado del paradigma de adaptación selectiva. Empíricamente, el estudio actual informa resultados que demuestran que los hallazgos de Bowers et al. fueron artefactuales. Metodológicamente, el uso renovado de la adaptación en el campo es un desarrollo positivo, pero muchos estudios recientes adolecen de una falta de conocimiento de los hallazgos de adaptación anteriores. A medida que crezca el uso de la adaptación selectiva, será importante aprovechar la considerable base de conocimiento existente (esta literatura también es relevante para la investigación actualmente popular sobre la recalibración fonética). Teóricamente, durante medio siglo ha habido un esfuerzo recurrente para demostrar la realidad psicológica de varias unidades lingüísticas, como el fonema o el alófono. La evidencia es que los oyentes usarán esencialmente cualquier patrón que se haya experimentado con la suficiente frecuencia, no solo las unidades que se adaptan bien a las descripciones lingüísticas del lenguaje. Por lo tanto, en lugar de tratar de identificar cualquier estado perceptual especial para las unidades lingüísticas, los psicolingüistas deberían centrar sus esfuerzos en cuestiones más productivas.

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