El sueño de mala calidad puede aumentar ciertos comportamientos, incluida la hiperactividad, compulsiones y agresividad.

Cuando Nick era un niño pequeño, tuvo problemas para encontrarle sentido al lenguaje, coordinar sus propias extremidades y orientarse en el mundo. Su madre, Brigid Day, recibió algunos consejos de su neurólogo.

Leer más sobre el reportaje de SCIENTIFIC AMERICAN aquí