La operación, cuando tenía 6 años y 10 meses, eliminó el lóbulo occipital completo de UD, el hogar del centro de procesamiento de la visión del cerebro y la mayor parte de su lóbulo temporal, donde aterrizan las señales visuales y auditivas y luego se clasifican.

Sin embargo, el hemisferio izquierdo de UD compensó cualquier pérdida en el lado derecho de su cerebro asumiendo los roles de ambos hemisferios. Como resultado, tanto su función cognitiva como visual están ahora intactas.

 

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