El estudio «Juventud y soledad no deseada en España» realizado por el Observatorio Estatal de la Soledad No Deseada y promovido por la Fundación ONCE en colaboración con Ayuda en Acción, tiene como objetivo identificar la incidencia de la soledad no deseada en la juventud de 16 a 29 años en España, así como las posibles causas o correlaciones. Se trata del primer estudio sobre esta temática realizado en el país. El estudio se basa en una encuesta realizada a 1.800 personas de entre 16 y 29 años, y abarca diversos aspectos, como la prevalencia de la soledad juvenil, las relaciones sociales, el mundo digital, la educación, el empleo, la pobreza, el hábitat, el estado de salud y el sentimiento de discriminación.

El informe revela que la soledad afecta a una de cada cuatro personas jóvenes en España, con una prevalencia del 25,5%. Este sentimiento es más frecuente entre las mujeres jóvenes y tiende a alcanzar su punto máximo entre los 22 y 27 años. Además, la soledad no deseada está relacionada con la calidad y cantidad de relaciones, las habilidades sociales, la presencia de problemas de salud mental, el acoso escolar o laboral, la situación educativa, el empleo, la pobreza, el tamaño del municipio y el origen extranjero. El estudio también destaca la importancia de la prevención, detección temprana e intervención para reducir la soledad en la juventud, proponiendo recomendaciones que incluyen promover la educación emocional, proteger la salud mental, fomentar la participación juvenil, integrar y reforzar el ecosistema institucional, fomentar las relaciones sociales mediante el ocio saludable y desarrollar servicios de atención juvenil orientados a reducir la soledad.

En conclusión, este estudio proporciona una visión detallada de la soledad no deseada en la juventud española, identificando factores de riesgo significativos y proponiendo recomendaciones concretas para abordar este problema de manera efectiva.

Factores

Según el estudio, varios factores influyen en la soledad juvenil. Estos incluyen la cantidad y calidad de las relaciones en el ámbito familiar, amistoso y de trabajo o estudio, las actitudes hacia las relaciones sociales, la confianza en los demás, las experiencias vitales, la comunicación de sentimientos, el mundo digital, las habilidades sociales, el acoso escolar o laboral, el nivel educativo, la salud física y mental, la presencia de discapacidad, la orientación sexual, el origen extranjero y el hábitat. Además, se ha identificado que la insatisfacción con la cantidad y calidad de las relaciones, así como el uso predominante de relaciones en línea con amistades, pueden aumentar la probabilidad de experimentar soledad no deseada en la juventud.

Redes Sociales

El estudio revela que el uso de las redes sociales tiene un impacto significativo en la prevalencia de la soledad en la juventud. Aproximadamente un tercio de la juventud utiliza las redes sociales durante más de tres horas al día. Aunque la mayoría de los jóvenes considera que tener demasiadas relaciones en línea y estar pendiente de las redes sociales influye considerablemente en la soledad no deseada, se observa que la frecuencia de uso de las redes sociales es similar entre aquellos que se sienten solos y los que no. Además, se ha encontrado que las relaciones principalmente en línea con amistades aumentan la probabilidad de experimentar soledad no deseada en la juventud. Por lo tanto, el estudio sugiere que, a pesar del uso generalizado de las redes sociales, la presencialidad de las relaciones con amistades tiene un efecto más significativo en la soledad no deseada que el uso de las redes sociales en sí.

Prevalencia

La prevalencia de la soledad no deseada en la juventud de 16 a 29 años en España es del 25,5%. Este porcentaje se basa en un estudio realizado por el Observatorio Estatal de la Soledad No Deseada en colaboración con la Fundación ONCE y Ayuda en Acción, que encuestó a 1.800 personas de esta franja de edad. Además, el estudio revela que la soledad no deseada es más frecuente entre las mujeres jóvenes que entre los hombres de la misma edad, y alcanza su punto máximo entre los 22 y 27 años. También se encontró que la soledad no deseada está relacionada con factores como la salud mental, la actividad laboral o educativa, la pobreza, la discapacidad, la orientación sexual y el origen personal y familiar.

Recomendaciones

Las recomendaciones propuestas para reducir la soledad no deseada en la juventud incluyen actuaciones orientadas a la reducción de la soledad juvenil existente. Además, se sugiere promover la educación emocional, proteger la salud mental, fomentar la participación juvenil, integrar y reforzar el ecosistema institucional, fomentar las relaciones sociales mediante el ocio saludable y desarrollar servicios de atención juvenil orientados a reducir la soledad. También se destaca la importancia de impulsar acciones en entornos universitarios para abordar la soledad no deseada en diferentes ámbitos, desde la prevención de la salud mental hasta el fomento del ocio saludable.