La formación continua es esencial para los profesores de Educación Especial debido a la naturaleza cambiante y diversa de las necesidades educativas de los alumnos con discapacidad. A medida que surgen nuevas investigaciones, tecnologías y enfoques pedagógicos, los docentes deben actualizar constantemente sus conocimientos y habilidades para ofrecer un apoyo adecuado y personalizado a sus estudiantes. La formación continua permite que los profesores desarrollen estrategias más efectivas, fomenten la inclusión y mejoren su capacidad para abordar los desafíos emocionales, cognitivos y sociales de sus alumnos, garantizando una educación de calidad que se adapte a sus circunstancias.
Hablamos sobre la importancia de la formación continua en el ámbito de los profesores de Educación Especial con Laura Plaza, la responsable del departamento de Formación de la Fundación Querer.
¿Por qué considera que la formación continua es esencial para los profesores de Educación Especial?
La formación continua permite a los docentes actualizar sus conocimientos, estrategias y metodologías para ofrecer una educación de calidad y adaptada a las necesidades únicas de cada alumno. Si tenemos en cuenta que en torno a un 10% de la población escolar presenta necesidades educativas especiales, pensemos que en un aula encontramos alumnos que afrontan barreras que limitan su acceso, participación y aprendizaje debido a condiciones de discapacidad o trastornos graves de la comunicación o la conducta; por lo que el docente debe contar con estrategias para diferenciar la enseñanza, para atender ritmos de aprendizaje diversos, para identificar las áreas con mayor potencial o necesidad de apoyo y crear entornos de colaboración con los padres en los que las familias se sientan parte del proceso educativo. Un reto alcanzable y exigente para los docentes.
¿Cuáles son las principales áreas en las que los docentes de Educación Especial necesitan actualizarse con mayor frecuencia?
Saber detectar de manera temprana las necesidades e indicadores de alerta. No todas las señales de trastornos en el neurodesarrollo o dificultades de aprendizaje se detectan a simple vista. La dislexia, el TDAH o dificultades en el procesamiento sensorial pueden pasar
desapercibidos sin una formación adecuada. Tener conocimiento de las distintas etapas del desarrollo infantil, estar al día de los avances en neurociencia, contar con escalas de desarrollo… permite diferenciar problemas de desarrollo típicos de aquellos que requieren una intervención especializada
¿Qué impacto tiene la formación continua en la calidad de la enseñanza y en el desarrollo de los alumnos con necesidades educativas especiales?
Ante todo, un equipo docente preparado, maximiza las oportunidades de éxito del alumno. Lo veo cada día en el Cole de Celia y Pepe, donde profesionales de distintas especialidades se reúnen, diseñan estrategias ante necesidades concretas, aportan su experiencia, integran conocimientos y enfoques; lo que permite una visión más completa del niño. Un profesor que permite pertenecer, participar activamente en el aula, ajustar las exigencias a las necesidades, proponer desafíos, sorprender e innovar con nuevas metodologías… provoca un impacto sustancial en el desarrollo académico y bienestar socioemocional.
¿Qué tipo de formación o competencias específicas cree que son más útiles para los docentes que trabajan con estudiantes con discapacidades?
La formación en metodologías que potencien el enfoque multisensorial ya que mejora significativamente el acceso o la comprensión de la información, el conocimiento en el uso de tecnologías emergentes como la inteligencia artificial que por ejemplo, puede ayudar al docente a adaptar e individualizar la presentación del contenido o la formación en el uso de tecnologías asistivas que faciliten el acceso a los contenidos y minimizar las barreras de comunicación a través de lectores de pantalla, sistemas aumentativos, etc.
Otro tema crucial es la formación en salud mental. El alumno con discapacidad enfrenta desafíos adicionales en su entorno y la prevalencia de problemas de salud mental es un tema que requiere saber identificar señales de alarma para poder brindar los apoyos necesarios.
¿Cómo se adapta la formación continua a los cambios en la investigación pedagógica y tecnológica en el ámbito de la Educación Especial?
Proporcionando a los docentes estudios recientes, formación específica y talleres prácticos en los que puedan experimentar y aplicar nuevas metodologías. La interacción directa con los materiales, soportes o adaptaciones, las experiencias de control motor, la muestra de un enfoque estructurado y la metodología basada en la evidencia; hacen de nuestro taller de aprendizaje multisensorial de la escritura uno de los talleres con más éxito entre el profesorado.
Próximamente, lanzaremos un taller sobre la aplicación de la Inteligencia Artificial en Educación Especial, espacio en el que los docentes podrán comprobar cómo podemos transformar la educación, personalizar el contenido, generar lenguaje a partir de imágenes y texto, generar recursos personalizados, etc. Todo ello, nos exige formadores en constante actualización.
¿Qué estrategias utiliza su departamento para motivar a los profesores de Educación Especial a seguir formándose de manera continua?
Los docentes son profesionales en formación continua, cuya labor no se detiene en el aula sino que se extiende a una dedicación que incluye adaptarse a las necesidades cambiantes de la educación, en un sistema que no siempre les acompaña. Es un sector que invierte en crecimiento personal y profesional por la mejora en la calidad de la enseñanza. Desde el departamento de formación de la Fundación Querer implementamos estrategias efectivas como evaluar las necesidades formativas, crear espacios en línea que les permita consultar los contenidos, experimentar con materiales innovadores o facilitar acceso a recursos educativos que tras la formación pueda transferir a sus aulas.