¿Los niños tienen necesidad de movimiento y no tienen espacio en casa? Os propongo volver a conectar con el niño que llevamos dentro y enseñarles, aquellos juegos que hacíamos cuando éramos pequeños. “El elástico” o también conocido como “La goma”, es una actividad que les aportará a los niños esa necesidad de movimiento y de saltar en un espacio reducido.

Si no tenéis elástico o goma, no os preocupéis, podéis utilizar lana o una cuerda, ¡seguro que algo encontrareis en casa para poder jugar! Que sólo sois dos para jugar, no pasa nada, podemos utilizar una silla, o como en mi caso, que vivo sola y utilicé una silla y una escalera, y aun así pasé un rato entretenida jugando sola.

El jugar al elástico, entre muchos beneficios, le aportará a los niños, y a los no tan niños, un estímulo sensorial necesario de mucho movimiento, que nos ayudará mantener la calma mientras pasamos estos días dentro de casa, también mejorará nuestro equilibrio y, al tener que seguir una secuencia y controlar nuestro cuerpo para no tocar el elástico, aumentará nuestro nivel de concentración, y el principal objetivo de este juego, es que nos divertiremos como en los viejos tiempos y pasaremos un buen rato en familia.

En realidad, este post, es una excusa para que los adultos volvamos a conectar con el niño que llevamos dentro. ¿Y tú? ¿de qué juegos te acuerdas de cuando eras pequeño?

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A continuación, os dejo 6 buenas razones para jugar al elástico:

  • Mejora la percepción sensorial vestibular y las habilidades de motricidad gruesa.
  • Favorece la planificación y secuenciación de acciones.
  • Mejora el equilibrio y la concentración.
  • Ayuda a mantenernos en calma.
  • Incrementa la coordinación motora bilateral.
  • Además, podemos trabajar aspectos como: reglas del juego, esperar turnos o crear nuevas secuencias.

Y ahora…. ¡¡A jugar!!

Recomendación útil: plantea este tipo de juegos entre medias de los deberes de clase, como si fuera parte del recreo, o antes de realizar tareas que requieran la atención de los niños o estar mucho tiempo sentados; después de experimentar actividades de saltos y uso de todo el cuerpo, seguro que los niños van a estar más atentos y van a poder mantenerse un rato más prolongados delante de los deberes.

Tip: Para aumentar el reto, podemos inventarnos secuencias que impliquen saltos con giros de cuerpo y saltos a la pata coja.

¡Espero que lo pongáis en práctica y que os divirtáis!

Nerina Soledad Zisa
Terapeuta ocupacional Fundación Querer