La agresión dirigida a objetivo puede ser iniciada o suprimida modulando la actividad de una única población hipotalámica.

Investigadores del Instituto Karolinska han descubierto que la actividad de un grupo de células nerviosas del núcleo ventral premamilar del hipotálamo tiene una función clave en la coordinación de la agresión en ratones. Aunque ya se conocía la existencia de diferentes poblaciones de neuronas implicadas en las conductas agresivas, hasta ahora se desconocía cómo se coordinan los diferentes circuitos neuronales involucrados en este comportamiento.

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