Los tics son unos movimientos o vocalizaciones repentinas, recurrentes e involuntarias. El niño que padece únicamente tics motores o únicamente tics vocales, pero no ambos, puede ser diagnosticado como trastorno motor crónico o tic vocal. Esta guía ofrece información acerca del diagnóstico y el tratamiento de niños con tic vocal.

 

Trastornos Tic: ¿En qué consisten?

Este trastorno se caracteriza por movimientos o vocalizaciones repentinas, recurrentes e involuntarias. Si un niño tiene ambos tics, motor y vocal, entonces se diagnostica como trastorno Tourette’s; Si solo tiene un tic vocal o tic motor, pero no ambos, entonces se diagnostica como trastorno crónico del tic motor o vocal. Los tics transitorios son muy comunes en el curso del desarrollo. Es su persistencia lo que genera preocupación. Para cumplir con los criterios para un trastorno  del tic crónico, los tics tienen que persistir de una forma u otra durante más de un año. El comienzo de los síntomas se debe dar antes de los 18 años de edad.

Trastorno Tic: ¿Qué síntomas buscar?

Un niño con tics experimenta lo que parecen ser movimientos incontrolables o sonidos vocales. Por ejemplo, un niño con tics motores puede encogerse de hombros, parpadear, morderse el labio o hacer muecas rápida y repetidamente. Un niño con tics vocales aclararse la garganta, tararear, resoplar o chillar repetidamente. Un porcentaje muy pequeño de niños padecen lo que se denomina coprolalia, que se basa en realizar de manera involuntaria comentarios socialmente inapropiados. Algunos niños describen un sentimiento incómodo en sus cuerpos antes que los tics ocurran; esto se denomina “signo premonitorio”. Muchos niños sienten como ese sentimiento desaparece después de que ocurra el episodio de tic. No todos los niños con tic experimentan estas premoniciones.

Trastorno Tic: Factores de riesgo

A los niños les suele afectar más que a las niñas, y suelen aparecer más episodios de tic cuando se sienten excitados, ansiosos o cansados.

Trastorno Tic: Diagnóstico

Para ser diagnosticado como trastorno del tic crónico motor o vocal, un niño debe haber tenido uno o varios episodios de uno u otro tic, pero no ambos. Aunque los tics pueden aumentar y disminuir en frecuencia, deben persistir de una forma o de otra durante más de un año y aparecer antes de los 18 años de edad.

Trastorno Tic: Tratamiento

Terapia conductual: El mejor tratamiento conocido para el trastorno tic consiste en una terapia cognitiva-de conducta (CBT, por sus siglas en inglés) denominada entrenamiento de reversión de hábitos. Se le enseña a un niño a reconocer el impulso premonitorio que precede a un tic inminente y a identificar las situaciones que pueden desencadenar los tics. El niño y el terapeuta desarrollan una respuesta «competitiva», una acción que el niño realiza cuando siente el impulso, que es incompatible con el tic y menos perceptible para los demás. Por ejemplo, un niño cuyo tic consiste en sorber su nariz puede hacer un ejercicio de respiración. A los niños también se les puede enseñar técnicas de relajación para disminuir la frecuencia de los tics.

Fármacos: Hay una variedad de medicamentos recetados habitualmente para ayudar a controlar los síntomas del trastorno del tic, y un profesional experimentado debe monitorizar de cerca cualquier episodio. El médico puede recetarle a su hijo medicamentos neurolépticos, que parecen ayudar a controlar los tics al bloquear los neurotransmisores de dopamina del cerebro.

Trastorno Tic: Riesgos para otros trastornos

Los trastornos tic aparecen de manera habitual junto con otros trastornos, incluyendo déficit de atención e hiperactividad (TDAH) y trastorno obsesivo compulsivo (TOC). Muchos niños con trastornos tic pueden experimentar ansiedad y depresión debidos a las implicaciones sociales de tener estos tics, así como los inconvenientes que les causan en sus vidas diarias.

Para leer el artículo original pincha aquí