Un estudio de la Universidad Hebrea de Jerusalén abre un nuevo horizonte en el tratamiento del Trastorno del Espectro Autista (TEA). La investigación, liderada por el Dr. Haitham Amal y publicada en la revista científica Advanced Science, muestra una conexión directa entre los niveles de óxido nítrico (NO) en el cerebro y la aparición de indicadores del autismo.

El estudio demuestra que los indicadores de autismo aumentan a medida que aumenta el NO en el cerebro, mientras que disminuyen a medida que los niveles de NO en el cerebro de los modelos ratones se bajan «de manera proactiva y controlada».

«Esta investigación es un descubrimiento significativo dentro del estudio del autismo, ya que establece la primera conexión directa entre el incremento de la concentración de NO y el comportamiento autista», ha asegurado Amal. «Es importante tener en cuenta que todavía no sabemos si el óxido nítrico conduce a autismo como primera fuente. Ahora sabemos que es un factor patológico importante en el TEA. También que la reducción de los niveles de NO reduce los fenotipos de este trastorno«, aclara.

«Tengo la esperanza de que, con nuestra nueva comprensión del mecanismo del óxido nítrico, podamos comenzar a desarrollar medicamentos terapéuticos para las personas con TEA»

Revertir los síntomas

El óxido nítrico es responsable del flujo sanguíneo, el crecimiento neuronal y el metabolismo, entre otras funciones, pero, a niveles elevados, la molécula puede ser tóxica y alterar los procesos celulares.

Cuando los investigadores inyectaron a ratones típicos una sustancia que libera óxido nítrico, los animales mostraron cambios moleculares y de comportamiento relacionados con el TEA. «Nuestros hallazgos muestran que el NO afecta la expresión de proteínas neuronales clave que son importantes para el desarrollo del cerebro. Creemos que el óxido nítrico conduce a la degradación de estas proteínas», explica el investigador. «En respuesta a los altos niveles de óxido nítrico, se producían en exceso algunas proteínas neuronales, mientras que se anulaba la producción de otras«, añade.

Estos hallazgos llevaron a los investigadores a preguntarse si las características moleculares y conductuales del autismo podrían revertirse mediante la inhibición del óxido nítrico en ratones. Para probar esta teoría, los investigadores inyectaron a los ratones una sustancia química inhibidora que suprimiría la producción de óxido nítrico y demostraron que, a medida que caían los niveles de óxido nítrico, los signos de autismo disminuían.

«Los ratones se volvieron más sociales y se observó menos repetición en su comportamiento. Además, mostraron interés en objetos nuevos y se mostraron menos ansiosos»

Además, el inhibidor de óxido nítrico también anuló los comportamientos similares al autismo que se observaban en estos modelos de ratones. «Los modelos de ratón con niveles altos de óxido nítrico mostraron déficits sociales, búsqueda reducida de novedades, comportamiento repetitivo y ansiedad», explica Amal. «Cuando redujimos los niveles de NO, encontramos una reversión de la mayoría de las características. Se volvieron más sociales y se observó menos repetición en su comportamiento. Además, los ratones mostraron interés en objetos nuevos y se mostraron menos ansiosos», añade el director de la investigación.

Aplicaciones en otros trastornos neurológicos

Además de varios modelos de ratones con autismo, los resultados del estudio se basan en pruebas realizadas con células madre humanas y muestras clínicas de sangre de niños con autismo de bajo funcionamiento. Asimismo, el equipo de Amal está explorando el impacto del óxido nítrico en muchos más modelos de autismo: «La buena noticia es que estamos encontrando datos muy similares».

Además de su aplicación en el autismo, el estudio también demuestra que el óxido nítrico desempeña un papel importante en varios trastornos neurológicos, como el alzhéimer, el párkinson y la enfermedad de Huntington.

El hallazgo supone un importante avance en el tratamiento del TEA. «Tengo la esperanza de que, con nuestra nueva comprensión del mecanismo del óxido nítrico, podamos comenzar a desarrollar medicamentos terapéuticos para las personas con TEA y ayudar a millones de niños y adultos que viven con autismo en todo el mundo».