«Condiciones del neurodesarrollo» es un nombre que los médicos y científicos dan a las diferencias con el desarrollo cerebral y conductual esperado durante la infancia. Hay muchas formas en que el desarrollo del cerebro puede ser diferente. Una de las afecciones de desarrollo neurológico más conocidas es el autismo, que tiene algunas similitudes con el trastorno específico del lenguaje (DLD), pero también algunas diferencias importantes.

Autismo es un término amplio que incluye una gran variedad de desafíos, pero las personas con esta condición de neurodesarrollo comparten los siguientes dos rasgos:

 

Complicaciones con la comunicación social

Los desafíos pueden variar desde ser incapaz de hablar y / o comprender el lenguaje, hasta la dificultad para leer el lenguaje corporal y las expresiones faciales y comprender lo que otros piensan y sienten.

 

Comportamientos repetitivos e intereses restringidos

Los comportamientos repetitivos pueden variar desde autolesiones, como golpearse la cabeza o morderse las manos, hasta comportamientos menos severos, como aletear o mecerse de un lado a otro. Los intereses restringidos en el autismo a menudo parecen obsesiones o fijaciones en ciertos tipos de objetos o temas. Puede ser difícil para las personas cambiar de una actividad a otra.

Las personas con DLD, como las personas con autismo, luchan con la comunicación social. En DLD, estos desafíos se relacionan principalmente con expresar los pensamientos de uno y comprender lo que otros dicen, mientras que en el autismo los problemas tienden a ir más allá del lenguaje y se extienden a la dificultad para comprender el significado detrás de la expresión facial o el lenguaje corporal de una persona.

 

Los patrones de intereses restringidos y comportamientos repetitivos, como se describió anteriormente, son específicos del autismo y no son una característica de la DLD.

 

Los niños con autismo a menudo tienen otras afecciones médicas graves, como convulsiones, problemas del sistema digestivo o trastornos del sueño. Estos problemas médicos adicionales hacen que sea más probable que los niños con TEA consulten a un médico, lo que a su vez hace que el diagnóstico sea más probable. En contraste, los niños con DLD podrían no tener otras condiciones médicas obvias que harían más probable el diagnóstico por parte de un profesional, lo cual es parte de la razón por la cual la DLD a menudo puede pasar desapercibida.

 

Finalmente, aunque el autismo recibe más atención en la conciencia pública, DLD es mucho más común que el autismo. Los últimos estudios muestran que casi el 2% de los niños tienen autismo, mientras que más del triple (aproximadamente el 7%) tienen DLD.

 

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