Diferentes estudios han demostrado los efectos positivos del cannabidiol en el tratamiento de ciertos tipos de epilepsias refractarias – epilepsias cuyas crisis no ceden ante el uso de fármacos antiepilépticos disponibles-. No obstante, explica Ángel Aledo Serrano, neurólogo, epileptólogo y director de neurología clínica de los hospitales Vithas Madrid, «se debe tener precaución y siempre usarlo con la prescripción y monitorización de un neurólogo».

«Hay una corriente de opinión muy positiva hacia el CBD por el hecho de que es un producto natural. Por eso, a los médicos nos toca ajustar las expectativas y explicar los claros y los oscuros del cannabidiol. Es importante señalar que es un medicamento más, no es la panacea, ni tampoco es más sano que otros por el hecho de venir de una planta», advierte el doctor Aledo.

¿Para qué epilepsias está indicado?

En España, el único fármaco con evidencia científica para el tratamiento de algunas epilepsias y autorizado por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) es Epidyolex, de la compañía farmacéutica Jazz. Este medicamento está indicado en tres síndromes epilépticos infrecuentes, en los cuales es muy frecuente que las crisis epilépticas no se controlen con los medicamentos disponibles:

  • Síndrome de Dravet
  • ​Síndrome de Lennox-Gastaut
  • ​Esclerosis tuberosa

El Síndrome de Dravet fue el primero en el que se investigó y evidenció los efectos positivos del cannabidiol. «Es la epilepsia genética más frecuente. Está producida, en la mayoría de casos, por una mutación en el gen SCN1A, y lo presentan aproximadamente una de cada 10.000 personas. Suelen presentar crisis epilépticas muy difíciles de controlar, que comienzan en el primer año de vida y muchas veces generan status epilépticos con fiebre, esto es, crisis prolongadas que no ceden manera espontánea. Por ello, hay mucha necesidad de buenos tratamientos», afirma el neurólogo.

El uso de CBD para este tipo de epilepsia se originó hace una década, con una niña estadounidense con el Síndrome de Dravet, llamada Charlotte Figi. La niña, de 6 años, padecía crisis epilépticas convulsivas muy fuertes y frecuentes que no cedían con fármacos, y empezó a tomar un tipo de cannabis, con altos niveles de CBD y niveles muy bajos de THC (componente psicoactivo del cannabis). El número de crisis epilépticas se redujo y su calidad de vida mejoró. Desde ese momento, y tras la evidencia clínica de distintos ensayos, el laboratorio GW Pharmaceuticals, líder mundial en los medicamentos basados en cannabinoides y que ahora forma parte de Jazz Pharmaceuticals, comenzó a comercializar Epidyolex, autorizado en España desde el pasado año.

Después de comprobar su eficacia con el Síndrome de Dravet, comenzaron a investigarse sus efectos en el síndrome de Lennox-Gastaut, que representa entre el 1 y el 10% de las epilepsias infantiles y entre el 1 y el 2% del total de pacientes con epilepsia, según el portal Orphanet. Las personas con este tipo de síndrome suelen tener discapacidad intelectual y las denominadas crisis tónicas-atónicas: «Son crisis en las que hay una rigidez generalizada en todo el cuerpo y a veces se produce un drop attack, una caída brusca. Son personas que se dan golpes en la cabeza con estas caídas y por eso muchas veces se ven obligadas a llevar casco».

Los médicos tenemos que ajustar las expectativas y explicar los claros y oscuros del cannabidiol, que es un medicamento más, no es la panacea

En tercer lugar, el pasado mes Epidyolex obtuvo en España la autorización de indicación para tratar las crisis epilépticas asociadas a la esclerosis tuberosa, una enfermedad rara de origen genético, que se asocia a lesiones no cancerosas en el cerebro y otros órganos como el corazón, la piel o el riñón. «Causa también una epilepsia grave y problemas de neurodesarrollo con discapacidad intelectual. A veces se utiliza la cirugía de epilepsia, pero hay muchos casos que no se controlan con los tratamientos disponibles y el cannabidiol también ha demostrado que puede ser útil aquí», explica Aledo.

¿Cómo se toma?

El cannabidiol en estos tres tipos de epilepsias se puede usar en niños y adultos de casi todas las edades, aunque sus beneficios «no están tan demostrados en niños menores de 2 años, porque existe menos investigación», asegura Aledo.

Epidyolex tiene solo formulación oral, en forma de jarabe, y se suele tomar dos veces al día, en el desayuno y la cena. La dosis se suele aumentar progresivamente para observar los efectos del fármaco en el paciente. «Hay que tener precaución porque, si sobrepasamos cierta dosis, puede tener muchos efectos adversos», señala el neurólogo. En el caso de que se produzca esto, se suele «reducir la dosis del resto de medicinas o del propio cannabidiol o bien hacer la subida más lenta», explica.

Funciona mejor si se combina con otro medicamento llamado Clobazam (noiafren)

El CBD suele ser un medicamento que se utiliza a largo plazo y siempre como adyuvante a otros medicamentos que no han resultado del todo efectivos para controlar las crisis epilépticas. «Funciona mejor si se combina con otro medicamento llamado Clobazam (noiafren). Muchas agencias del medicamento como la española exigen que el paciente esté con Clobazam para que tome cannabidiol», explica Aledo.

El cannabidiol es compatible con la mayoría de medicamentos aunque, puntualiza el neurólogo, «hay que combinarlo con más cuidado porque, sí interacciona, puede provocar, por ejemplo, que aumente el nivel de otros fármacos en sangre y haya que bajar estos fármacos para que no haya una intoxicación».

El uso de CBD no es tan frecuente como el de otros antiepilépticos, como el levetiracetam, porque «está indicado solo en tres tipos de epilepsia raras y graves, y solo cuando se han utilizado previamente otros medicamentos que no han funcionado». Además, cabe destacar que es un medicamento de un alto coste -el precio de un bote de Epidyolex ascender aproximadamente a unos 1.000 euros-.

Hace que mejore la atención, cómo se desenvuelve en las tareas del día a día o cómo se relacionan socialmente

¿Qué efectos tiene?

El cannabidiol mejora la calidad de vida de los pacientes con epilepsia, ya que reduce la frecuencia e intensidad de las crisis epilépticas, aunque es poco frecuente que las elimine por completo. Además, en muchas personas produce también un segundo efecto positivo, una mejora en la parte cognitiva y la conducta: «Hace que mejore la atención, cómo se desenvuelve en las tareas del día a día o cómo se relacionan socialmente, lo que a veces es casi más relevante que el efecto que produce sobre las crisis y hace que las familias prefieran quedarse con el fármaco, aunque no hayan mejorado las crisis epilépticas de una manera relevante».

¿Cuáles son sus efectos adversos?

Por otro lado, este fármaco puede causar también distintos efectos adversos. Entre los más frecuentes se encuentran: excesiva somnolencia, mareo, diarrea, pérdida de apetito y alteraciones en sangre, «sobre todo elevación de transaminasas del hígado, que hay que vigilar en las analíticas».

No obstante, Aledo subraya la importancia de consultar siempre con un especialista antes de decidir dejar de tomarlo de forma brusca, ya que el médico será quien le informe de la pauta a seguir. «Normalmente tendrá que hacer una reducción progresiva teniendo en cuenta que probablemente habrá que subir la dosis del resto de medicinas para compensar la bajada del cannabidiol», explica.

El peligro de recurrir a productos sin evidencia científica

Epidyolex es el único cannabidiol comercializado con evidencia científica para la epilepsia. Solo puede adquirirse en las farmacias de los hospitales, ya que no se dispensa en las extrahospitalarias. «El procedimiento a veces es lento y el acceso no es tan sencillo, hay que justificarlo para que lo financie el sistema», explica el neurólogo.

Con Epidyolex tienes la seguridad de saber que la cantidad de cannabidiol que lleva está testada y probada, pero con el resto no

No obstante, la venta de cannabidiol es legal en España y se puede adquirir en parafarmacias en diferentes formas y marcas no testadas por las vías reguladas científicamente. Esto provoca que muchas familias compren estos productos, sin seguir la supervisión de un médico, algo muy peligroso. «Mientras que con Epidyolex tienes la seguridad de saber que la cantidad de cannabidiol que lleva está testada y probada, con el resto no la conocemos y a veces lleva más o menos cantidad de la que pone en la caja, por lo que podemos estar intoxicando o dando dosis infraterapéuticas sin saberlo», explica Aledo. Además, informa, con Epidyolex «sabemos cuál es la cantidad de THC que lleva, que es mínima, en cambio con el resto de cannabidioles no, y eso puede ser contraproducente en algunos casos».

Por tanto, el neurólogo pide precaución a las familias, y consultar siempre con un especialista, que conozca el fármaco y esté especializado en epilepsias refractarias.