En los últimos años se han introducido varios fármacos antiepilépticos nuevos, también para el tratamiento de la epilepsia infantil. Una preocupación importante es su efecto sobre el aprendizaje y el desarrollo cognitivo. Metodológicamente no es fácil probar los verdaderos efectos sobre la cognición de los fármacos antiepilépticos.

En estos momentos hay muy pocos ensayos controlados que examinen sistemáticamente los efectos secundarios cognitivos de los fármacos antiepilépticos en la epilepsia infantil. Los datos disponibles indican que los medicamentos antiepilépticos más nuevos tienen un perfil cognitivo seguro cuando se prescriben correctamente en la dosis correcta y en monoterapia.

Los posibles efectos negativos se encuentran principalmente en la velocidad de procesamiento y los procesos de atención. Dado que estos procesos son instrumentos importantes en el aprendizaje y la cognición cotidianos, es necesario probar estos nuevos fármacos antiepilépticos en estudios bien diseñados y en síndromes específicos de epilepsia infantil.

 

 

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