El fin de cada trimestre escolar suele ser un momento de reflexión para muchos padres, especialmente cuando observan que sus hijos enfrentan serias dificultades para seguir el ritmo del contenido académico. Es en estas situaciones donde la figura de los gabinetes especializados adquiere una relevancia crucial. Estos espacios ofrecen un entorno donde médicos y terapeutas pueden realizar evaluaciones exhaustivas para identificar el origen de las dificultades que presenta el niño.

Los padres acuden a estos gabinetes en busca de respuestas y soluciones para ayudar a sus hijos a superar las barreras que están afectando su rendimiento escolar y, en ocasiones, su bienestar emocional. Los profesionales que trabajan en estos centros realizan una evaluación integral que puede abarcar desde pruebas psicométricas y neuropsicológicas hasta evaluaciones del desarrollo motor y del lenguaje. Este enfoque multidisciplinar permite identificar no solo las dificultades específicas que enfrenta el niño en el ámbito académico, sino también cualquier posible problema subyacente que pueda estar contribuyendo a su situación.

Una vez que se ha identificado el origen de las dificultades, los profesionales del gabinete trabajan en colaboración con los padres y el equipo escolar para diseñar un plan de intervención personalizado que aborde las necesidades específicas del niño. Este plan puede incluir terapias individuales, apoyo educativo adicional, adaptaciones curriculares o recomendaciones para implementar en el entorno escolar. El objetivo final es proporcionar al niño las herramientas y el apoyo necesario para superar las dificultades y alcanzar su máximo potencial tanto académico como personal.

Daniela Tautiva es Neuropsicóloga Infanto-Juvenil y Coordinadora Terapéutica Centro de Atención Temprana y Gabinete Multidisciplinar Fundación Querer.

PREGUNTA – ¿Notan mayor acercamiento de padres al Gabinete tras recibir las notas del trimestre?

RESPUESTA- Sí. La verdad es que es algo recurrente. Cada trimestre hay un incremento del interés por parte de las familias en brindarle a sus hijos terapias o recursos que les puedan ayudar en mejorar las notas.

P- ¿Cuáles son su principales preocupaciones?

R- Las dificultades lecto-escritoras y las dificultades atencionales, sin duda. Cuando reciben las notas y tienen tutorías, se hace evidente los retos a los que se están enfrentando en las aulas y la necesidad de brindarles apoyo en ellas.

P- ¿Cómo de frecuente es que en casa se esté infravalorando los motivos reales de un bajo rendimiento escolar?

R- Lamentablemente, es muy frecuente; pero en la práctica nos damos cuenta de que es debido a la falta de información. La clave es educar desde todos los niveles a padres y familiares sobre las posibles causas, el como identificarlas y que hacer cuando las hemos identificado.

P- ¿Cuál es la línea que separa una mala racha de un niño de un posible diagnóstico? ¿En qué momento habría que empezar a preocuparse?

R- Lo ideal siempre es un diagnóstico precoz. Aunque consideremos que pueda ser una simple mala racha, puede ser que las exigencias ambientales y educativas le van superando y se va quedando sin recursos para responder ante ella de forma eficaz.

Siempre pedir ayuda al profesional, siempre pedir el consejo profesional de los maestros y tutores en una primera instancia, es el punto de partida. Cuando el tutor de tu niño te menciona que le está costando más que al resto el quedarse quieto, el prestar atención, el aprender a leer, escribir, relacionarse o si ve constantemente enfadado, ese es el momento de buscar ayuda.

P- ¿Notan que las familias desconocen todos los beneficios de ciertas disciplinas? Por ejemplo. La gente cree que el logopeda sólo es el que te ayuda a pronunciar la R si tienes problema de frenillo, pero hay un mundo detrás.

R- Lo hay, el desconocimiento es una realidad y es nuestra labor como profesionales hacer más difusión. Cuanto más conocimiento de los beneficios de las terapias, antes estaremos interviniendo en casos donde el tiempo es oro.

P- De todos los servicios que ofrece el Gabinete, ¿cuál crees que es el más desconocido por el gran público?

R- La estimulación cognitiva y la terapia ocupacional. La primera es fundamental en el desarrollo y adaptación en el ámbito educativo, lo que persigue es brindar el apoyo en áreas como la atención, las funciones ejecutivas, la fluidez cognitiva y verbal, entre otras que al final se traduce en mas estrategias y herramientas para enfrentarse a los retos académicos.

La segunda hace un gran apoyo en dificultades como el desorden de integración sensorial, trastorno poco conocido pero muy presente en la etapa infantil, donde nuestro cerebro no recibe adecuadamente la información sensorial y, por lo tanto, nuestras respuestas también son desajustadas. En la vida cotidiana se traduce en aversión por ciertas texturas, sabores, ruidos fuertes, dificultades atencionales, entre otros.

P- Hay dificultades académicas que se cronifican. ¿En qué derivan estos escenarios?

R- Las dificultades académicas son signos que algo más está pasando. Si sentimos que se empeoran o se extienden a otras áreas académicas en las que antes no veíamos dificultades, significa que debemos buscar ayuda, hacer evaluaciones psicopedagógicas y neuropsicológicas completas y determinar así las causas.

P- ¿Qué papel juega el tiempo? Es en la etapa escolar donde se adquieren los recursos para una plena formación, ¿verdad?

R- En la etapa escolar tenemos una mayor capacidad de aprendizaje, nuestro cerebro está preparado para ello, por lo que debemos estar muy atentos como padres para prestarles las herramientas o recursos que necesitan nuestros hijos para que logren su máximo potencial.

P- ¿Hay problemas de conducta que pueden derivar de dificultades en el colegio?

R- Sí, lamentablemente correlacionan- No podemos asegurar que sea en orden jerárquico, pero usualmente vemos niños con dificultades académicas frustrados, y junto a pocas habilidades de manejo de las emociones resulta en conductas disruptivas.

P- Hay niños a los que les cuesta escribir, dibujar… A veces, se les achaca que son perezosos, que no se esfuerzan lo suficiente y no se va más allá. ¿Qué puede haber detrás de estos síntomas?

R- Por ejemplo, dificultades visoconstructivas, propias de desintegración sensorial o lateralidad cruzada, entre otros trastornos.

P- Una de las grandes preocupaciones de los padres es que sus hijos con dificultades empiecen a repetir curso. ¿Cómo se les puede ayudar?

R- Con adaptaciones curriculares si es el caso, con terapias de psicopedagógicas, neuropsicología, técnicas de estudio, logopedia, terapia ocupacional, fisioterapia, dependiendo del caso y con una coordinación activa entre terapeutas y cole.