Los viajes pueden ser especialmente estresantes para niños con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) o Trastorno del Espectro Autista (TEA), ya que estas condiciones a menudo se caracterizan por una sensibilidad a los estímulos y dificultades para adaptarse a cambios en el entorno. Para los niños con TDAH, la interrupción de las rutinas diarias, la estimulación constante y las largas horas de espera durante el transporte pueden aumentar los niveles de ansiedad e inquietud. En el caso de los niños con TEA, la necesidad de prever y gestionar situaciones nuevas puede generar ansiedad y desafíos en la comunicación, especialmente en entornos ruidosos o abarrotados como aeropuertos y estaciones.

La planificación cuidadosa es esencial para minimizar el estrés asociado con los viajes para estos niños. Los padres y cuidadores deben anticipar las posibles dificultades y trabajar en estrecha colaboración con las aerolíneas, hoteles y otros servicios para garantizar adaptaciones que faciliten la experiencia de viaje. Aunque los desafíos son evidentes, muchos padres encuentran estrategias exitosas para hacer que los viajes sean más manejables y agradables para sus hijos, resaltando la importancia de la sensibilización y la comprensión por parte de la sociedad y la industria del turismo hacia las necesidades únicas de estos niños.

Para sobrellevar mejor los numerosos desplazamientos que provocan la Semana Santa, los profesionales del Gabinete Multidisciplinar de la Fundación Querer nos deja cinco útiles consejos.

1- Anticipar el viaje. Elaborar pictogramas en los que aparezcan las diferentes fases del viaje. Así se puede hacer una idea de lo que viene.

2- Rutina. En la medida de lo posible, adaptar el viaje a los horarios de comidas, descanso. Da más seguridad a los niños.

3- Zona segura. Crear un espacio seguro dentro del coche o transporte. Usar sus juguetes preferidos rebaja los niveles de estrés.

4: Bolsa de juegos. Llevar varios materiales que le gusten y entretengan al niño. Mejor si son juegos analógicos, como rompecabezas o cuentos.

5: Descansos. Si el viaje es largo, se deben planificar los correspondientes descansos para que el niño pueda estirar las piernas.