Como padres debemos  facilitar, en la medida de lo posible, un lugar de estudio adecuado a nuestros hijos/as. El lugar ideal es una zona dedicada exclusivamente para el estudio, ya que va a ser  fundamental en el inicio y la adquisición de hábitos en nuestros pequeños/as, además de favorecer  aspectos fundamentales como la atención y el rendimiento.

Para proporcionar a nuestros/as hijos/as un lugar de estudio adecuado es importante que esta zona sea siempre la misma,  con el objetivo de  generar una rutina que facilite la concentración del niño/a. La zona de estudio debe de estar alejada de elementos distractores (juguetes, tv, móvil, Tablet, radio, etc.) y ruido, ya que poder disfrutar de silencio y tranquilidad es importante para tener una buena actividad cognitiva.

La mesa de estudio debe ser amplia y ordenada, donde el niño/a pueda tener espacio para colocar el material necesario: libros de texto, fichas, libros de consulta, diccionario, etc. Es importante que la silla sea cómoda y esté bien nivelada, a la altura justa con respecto a la mesa de trabajo. La iluminación también es un aspecto a tener en cuenta en la zona de estudio, la zona habilitada  tiene que guardar una iluminación óptima: luz directa, bien orientada y a ser posible natural. La temperatura debe de ser agradable  (18-22º) y sin cambios bruscos, no hay que pasar frío ni calor. Por último me gustaría recalcar la importancia de guardar una buena ventilación, puesto que el cerebro necesita un suministro constante de oxígeno, se vuelve muy importante este aspecto, muchos estudios establecen que una buena oxigenación mejora la actividad cerebral.

 

Samuel Muñoz Martín.
Profesor especialista en Pedagogía Terapéutica.