A estas alturas del confinamiento, las plastilinas de nuestros niños, seguramente están hechas una bola de color marrón, opacas y hasta un poco duras. Os proponemos renovar esas plastilinas de colores apagados y marrones por unos bien llamativos y con ingredientes que seguramente tenemos en casa.

Pero antes de ello, quería contaros que la plastilina es un material maleable y versátil que nos permite construir y destruir lo que hacemos todas las veces que queramos. El amasado como tal, ayuda a realizar una descarga motriz a la vez que nos permitirá liberar tensiones; podemos aplastar la plastilina sobre la mesa con las manos abiertas o con las manos como puños, hacer bolas grandes, bolas pequeñitas, chorizos largos o cortos, representar la figura humana, hacer animales, flores, corazones, sólo hay que dejar volar la imaginación de los peques… Dependiendo de la edad de los niños, podemos utilizar diferentes utensilios tales como: rodillos, moldes para galletas, cuchillo y tenedor, tijeras, pisapatatas, palillos para hacer dibujos sobre la plastilina y todo aquellos que esté a nuestro alcance.

A continuación, os dejo 6 buenas razones para jugar con plastilina:

  • Mejora la percepción sensorial y las habilidades de motricidad fina.
  • Favorece la planificación, secuenciación y ejecución.
  • Ayuda a regular de la fuerza
  • Incrementa la coordinación motora bilateral y coordinación óculo-manual.
  • Estimula la creatividad y fomenta el desarrollo de la personalidad.
  • Además, podemos trabajar aspectos como: color, forma, tamaño y esquema corporal.

¡Nosotros hemos probado muchas recetas, pero esta, definitivamente es la que más nos gustó!

INGREDIENTES:

  • Dos tazas de harina.
  • Una taza de sal.
  • 1 ½ tazas de agua.
  • Dos cucharadas Aceite de girasol.
  • Colorante alimenticio o pintura acrílica.

PREPARACIÓN:

  • Mezclamos la harina y la sal dentro de un cazo. Añadimos el agua y removemos a fuego medio hasta conseguir que los ingredientes se mezclen bien.
  • Con el fuego bajo mezclamos continuamente hasta lograr una bola que se despegue de las paredes.
  • Apagamos el fuego, añadimos el aceite, amasamos un poco más, y dejamos enfriar la masa.
  • Ponemos la masa sobre la mesa, si la masa se nos pega, podemos ir añadiendo más harina, y dividimos la masa en tantos trozos como colores queramos, con unas gotitas de color es suficiente.

¡¡Y a jugar!!

Tip: Para conservar la plastilina y que nos dure más tiempo las podemos meter en bolsas herméticas y guardarlas en la nevera. Os aseguramos que las plastilinas os van a durar mucho tiempo.

NOTA: la plastilina también se puede hacer sin cocinar, pero la textura no quedará igual y durará menos tiempo. Si escoges esta opción, ve agregando el agua poco a poco (sólo vas a necesitar un poco menos de una taza de agua)

 

 

Os dejamos el vídeo para que sea más fácil

 

Nerina Soledad Zisa
Terapeuta ocupacional Fundación Querer