El médico de familia es una figura imprescindible en el trato a las personas con discapacidad y sus familias. También conocido como médico general o médico de cabecera, es un punto de apoyo a nivel emocional y una guía para los padres. Entiende sus necesidades y los acompaña durante todo el proceso, tanto a nivel médico como administrativo, proporcionándoles una atención permanente e integral. Conoce su situación médica, pero también social, laboral y psicológica.

Rafael Timermans, director médico de la Fundación Querer y médico de familia, con más de 15 años de experiencia en una consulta Atención Primaria, explica en qué puede ayudar esta figura a las personas con discapacidad y su entorno.

Comunicación directa con los especialistas

El pediatra es el médico encargado de atender a los niños hasta los 12 años, pero, en muchas ocasiones, por falta de personal o necesidades eventuales de los centros del Sistema Nacional de Salud (SNS), el médico de familia asume este trabajo.

Además, en el caso de las personas con discapacidad, el médico general tiene una visión global de las necesidades del niño o adulto y será, por tanto, quien dé una primera orientación del diagnóstico general y derive a los especialistas más adecuados, dependiendo de las dificultades que presente, para que estos den, a su vez, un diagnóstico específico.

El proceso para acudir a los distintos especialistas será más ágil a través de seguros de salud privados, en ocasiones, pero puede llevar a error si no se cuenta con la guía del médico de familia. «Muchas veces las familias pierden tiempo porque acuden a un especialista que no necesitan», explica Timermans.

Revisiones periódicas

Por otro lado, el médico de familia establece revisiones periódicas, además de citas puntuales cada vez que el paciente acuda a un especialista. «La idea es citarlo cuando vaya a los especialistas y también mantener una cita periódica, mensual por ejemplo, para ver cómo evoluciona y, si se detecta la aparición de alguna necesidad, o una mala evolución, aunque la familia no lo haya considerado importante, dirigirle a una nueva consulta de especialista», asegura el doctor.

El médico de familia también será el encargado de recetar medicamentos generalistas, aunque el especialista es quien se encarga de los fármacos más específicos.

Asimismo, su figura no solo se limita al centro sanitario, sino que también es relevante en colegios de educación especial, donde suele haber siempre un responsable médico encargado de atender los problemas que surjan en el día a día. «En ‘El cole de Celia y Pepe’ me encargo de realizar una evaluación médica al inicio, mitad y final de curso. Saco datos y hago un informe individual a cada familia para contarles cuál es el desarrollo físico del niño», afirma Timermans.

Apoyo emocional y acompañamiento

El médico general es también una figura de confianza para las familias, especialmente importante en aquellas que se enfrentan a una discapacidad y se encuentran en una situación mayor de vulnerabilidad y con dificultades para adaptarse a una nueva realidad. Deberá escucharlas y ser su apoyo, resolver sus dudas y, con frecuencia, apaciguar sus miedos.

Además, comunicará y acompañará a los padres y al paciente frente al diagnóstico de discapacidad del especialista de una forma cercana y les ayudará a distinguir lo importante de los diferentes diagnósticos e informes.

«Cada familia, como cada persona, es un mundo. Hay familias que acuden perdidas, sin saber dónde acudir. Otras, la mayoría, han pasado por muchas consultas, muchos médicos, muchos trámites, pero están agobiadas por la cantidad de frentes que tienen abiertos. Ahí es donde creo que hay que ayudar: a la organización, la toma de decisiones, la determinación de prioridades, nunca intentando sustituirlos sino complementarlos y asesorarlos«, afirma Timermans.

Por ello, este profesional debe contar, además de con conocimientos médicos, con una gran inteligencia emocional. “Es imprescindible tener empatía, buena comunicación, saber estar y saber escuchar. En ocasiones, también, desmentir todo aquello que encuentran en ‘el doctor Google”, comenta el médico.

Elaboración de informes para trámites administrativos

Otra de las áreas en las que será necesaria la figura del médico de familia es la administrativa. Será quien realice los informes médicos necesarios para todo trámite y proceso burocrático de la administración pública, como solicitar el reconocimiento del grado de discapacidad o dependencia.

El profesional médico podrá acceder a todos los informes y pruebas realizadas por los especialistas y guiar a la familia también en este proceso: “Podemos distinguir entre lo importante y lo accesorio dependiendo de las ayudas específicas a las que se dirija la petición”.

En esta labor será importante el trabajo conjunto con la trabajadora social, encargada de valorar a qué recursos y prestaciones puede acceder la persona con discapacidad, dependiendo de su patología o diagnóstico.

El informe del médico de familia recopilará los estudios y pruebas realizados por cada especialista y determinará, en conjunto, la patología del niño, con sus distintas necesidades de apoyo: “Establecemos qué dificultades tiene el niño para vestirse, para lavarse o para comer”. Es, por tanto, una figura imprescindible en un proceso en el que las familias suelen sentirse, en ocasiones, confusas y perdidas.