Salvador Martínez, catedrático de anatomía de la Universidad Miguel Hernández de Elche (UMH), lidera un equipo de científicos en el Instituto de Neurociencias de Alicante (IN) que ha realizado un importante descubrimiento en el campo de la medicina regenerativa. Han encontrado en los ‘dientes de leche‘ una fuente inesperada pero altamente efectiva de células neuronales, abriendo nuevas vías para el tratamiento de enfermedades raras del sistema nervioso en niños, como el autismo, las leucodistrofias o el síndrome de Rett.

Los trabajos del doctor Martínez destacan la facilidad con la que estas células pueden ser extraídas de los dientes de leche, un proceso completamente no invasivo ya que estos se desechan naturalmente durante el cambio de las piezas dentales en la infancia. Esta técnica ofrece una alternativa menos dolorosa y más accesible que las biopsias de tejido subcutáneo, especialmente en pacientes jóvenes. Además, la versatilidad de estas células ‘in vitro‘ permite a los investigadores modelar y estudiar enfermedades específicas en placas de cultivo, allanando el camino para terapias personalizadas dirigidas a cada caso.

El próximo 6 de mayo, el doctor Salvador Martínez participará como ponente en las V Jornadas Neurocientíficas y Educativas de Fundación Querer.

P. El próximo mes de mayo participará como ponente en las V Jornadas de Neurociencia y Educativas de la Fundación Querer. Hasta donde pueda leer, ¿nos puede comentar qué asuntos abordará en su ponencia?

R. Efectivamente. Espero poder estar los dos días que duran las Jornadas, el 6 y el 7 de mayo. Presentaré datos sobre el proyecto que estamos llevando acabo para obtener neuronas de las células de la pulpa de los dientes de leche de niños con enfermedades que afectan al sistema nervioso. Expondré las ventajas y los resultados de estos experimentos, así como su interés científico y clínico.

P. Es Académico de Número de la Real Academia de Medicina y Ciencias Afines de la Comunidad Valenciana. ¿Qué significa este reconocimiento para usted y su carrera profesional?

R. Es un honor que los académicos me hayan elegido como Académico de Número, en el Sillón de Neurociencias, reconociendo la calidad científica de mis aportaciones al campo de la Neurociencia en Medicina.

P. Como investigador del Instituto de Neurociencias y catedrático de Anatomía y Embriología Humana en la Universidad Miguel Hernández, ¿cuáles son sus áreas de investigación principales y cuál es el impacto que espera tener en el campo de la medicina y las ciencias afines?

R. Trabajamos en modelos de enfermedades del sistema nervioso central (enfermedades mentales del neurodesarrollo, epilepsia, nerodegenerativas (ELA) y tumores cerebrales, buscando las causas y los mecanismos que subyacen a estas a estas patologías. Tenemos en el ánimo poder desarrollar tratamientos mas eficaces para mejorar la calidad y la esperanza de vida de los enfermos.

P. ¿Podría compartir con nosotros algunos de los proyectos de investigación más destacados en los que ha estado involucrado?

R. Mi trabajo se ha dirigido al estudio del desarrollo temprano del Sistema Nervioso y de los mecanismos moleculares que regulan el proceso de regionalización y morfogénesis del cerebro. Sobre todo centrado en la actividad morfogenética de los organizadores secundarios y sus moléculas señal.
También hemos trabajado en el estudio de los mecanismos por los que alteraciones de la migración neuronal dan lugar a displasias corticales, sobre todo relacionadas con el gen LIS1. Hemos descrito las alteraciones de la migración cortical y algunas consecuencias funcionales en mutantes de ratón como modelo animal de enfermedad; como modelo animal y de patologías mentales/malformativas cerebrales en humanos.

Hemos investigado y demostrado también la capacidad neurotrófica de las células de médula ósea en modelos animales de enfermedades neurodegenerativas: ELA, Ataxia y Esclerosis Múltiple. Participando en el desarrollo de los estudios preclínicos que han fundamentado la propuesta de ensayos clínicos. Estamos analizando el papel de los pericitos (células perivasculares) en el control de la respuesta inmune contra el glioblastoma multiforme. Este estudio está describiendo los mecanismos celulares y moleculares que subyacen a la tolerancia inmunológica de este tipo de cáncer. Desde 2008, el grupo ha participado en programas internacionales de análisis masivo de expresión de genes durante el desarrollo del cerebro.

P. ¿Cuáles son sus trabajos más recientes?

R. Recientemente estamos estudiando el papel de estas moléculas en el desarrollo de la unidad neurovascular y la interacción entre los vasos y los progenitores neurales. En la actualidad estamos colaborando con la Fundación WOP, Bilbao, en el desarrollo de modelos celulares de X-adrenoleucodistrofia, y FinRETT desarrollando modelos celulares estas enfermedades a partir de pulpa de dientes de leche, con el objetivo de probar que la terapia celular mejora el funcionamiento de las células enfermas y ralentiza la evolución de la enfermedad.

P. La anatomía y la embriología humana son campos fundamentales para la comprensión del cuerpo humano. ¿Cómo ha evolucionado la investigación en estos campos en los últimos años y cuáles son los avances más emocionantes que ha presenciado?

R. La revolución de la biología molecular de los últimos 30 años ha permitido describir los mecanismos moleculares de los procesos del desarrollo y entender causalmente los procesos que construyen los órganos, y entre ellos, el cerebro. Hoy podemos acercarnos más a entender las anomalías genéticas y los procesos biológicos que subyacen a muchas enfermedades. Con el desarrollo de las técnicas de imagen funcional estamos avanzado mucho en entender como funciona el cerebro.

P. ¿Cómo cree que la colaboración entre instituciones académicas y de investigación, como el Instituto de Neurociencias y la Universidad Miguel Hernández, contribuye al avance del conocimiento en medicina y ciencias afines?

R. Es muy importante que los conocimientos de última línea sean conocidos por la sociedad y pasen a engrosar los programas educativos; favoreciendo el conocimiento de cómo la ciencia afronta el estudio y la solución de problemas. Son necesarios centros públicos abiertos a la sociedad.

P. ¿Cuáles son los mayores desafíos que enfrenta actualmente la investigación en su campo y cómo está trabajando para superarlos?

R. Es fundamental descubrir biomarcadores objetivos que nos permitan conocer de forma fina cuando un tratamiento mejora al paciente. La medicina personalizada, que proponga la mejor terapia posible para cada paciente es el reto del fututo. Quizás la inteligencia artificial adiestrada adecuadamente pueda ayudar a esto.

P. ¿Qué consejo le daría a los estudiantes de medicina y ciencias afines que están interesados en seguir una carrera en la investigación académica?

R. La curiosidad y la ilusión de ayudar a los demás son los motores que dirigen la vida del científico, como para el docente son la educación estimulante y critica, para que los alumnos adelanten en conocimiento a los profesores. Si se es ambas cosas, mucho mejor.

P. ¿Cuál es su visión para el futuro de la medicina y las ciencias afines, y cómo espera contribuir a esa visión a través de su trabajo y su papel como Académico de Número?

R. Es difícil hacer predicciones en el momento actual, hemos vivido una pandemia completamente imprevista cundo nos creíamos inmortales, estamos soportando la muerte de personas inocentes en guerras destructivas con argumentos primitivos, y al mismo tiempo estamos desarrollando una inteligencia artificial, generativa y con capacidad de aprender a ser mas eficiente en sus objetivos. Creo que hay mucho bueno por venir, pero no debemos caer en la falacia del optimismo. Me gustaría poder mejorar el conocimiento sobre los procesos que subyacen a las enfermedades mentales, TEA y Síndrome de Rett, y mejorar el tratamiento de la ELA y el glioblastoma multiforme. Para ello, trabajo todo lo que puedo.