Hoy hablamos de castigos. Antes voy a hacer una aclaración sobre términos. Considero que hay 2 palabras que yo diferencio.

 

_ Consecuencias.- es lo que ocurre a causa de un suceso o una acción. Según la RAE:

“Hecho o acontecimiento que se sigue o resulta de otro. ” Esto quiere decir que todos, absolutamente todos nuestros actos tienen consecuencias.. Hay veces que son consecuencias buenas, otras veces consecuencias malas y a veces las consecuencias son aparentemente neutras, vamos que ni las tenemos en cuenta.

Ahora bien, hay consecuencias naturales, queramos o ocurren. No esta a nuestro alcance impedirlas, por ejemplo, si meto los dedos en un enchufe, me da la corriente.

También hay consecuencias que vienen de la mano de normas. Estas son muy personales y van a venir de la manos de los limites y normas que nosotros pongamos en casa o que nos pone la sociedad. Por ejemplo, podemos jugar a lo que queramos y luego hay que recogerlo. Pero esto nos pasa de mayores con normas que marca la ley o la sociedad. Por ejemplo, si me compro una casa tengo que pagar unos impuestos.

_ Castigo.– un castigo, según la RAE “Pena que se impone a quien ha cometido un delito o falta”. Creo que aquí tenemos un ejemplo de castigo muy claro para adultos. Si no pago mis impuestos me multan o incluso puedo ir a la cárcel.

Una vez que hemos diferenciado términos os diré lo que hago yo y por tanto aconsejo. Pero esto lo debe decidir cada familia.

Yo castigo solo si es algo muy grave, o a mi me lo parece. Para esto solo tengo dos ejemplos de castigo a Paco, porque en sus casi 8 años, solo lo he castigado estas 2 veces. Una cuando tenia 2 años y medio. Me pegó. Le dije muy muy seria que no se pegaba a nadie, menos aun a un adulto y menos todavía a mama. Y después le dije “ahora estas castigado, vete a tu cuarto”. Lo llevé de la manita y allí se quedó por lo menos 2 minutos. Entonces fui y le dije que ya le levantaba el castigo y vino corriendo a darme un abrazo. Yo lo consolé y le dije que ya había pasado, que yo sabia que lo había hecho porque estaba muy enfadado, pero que aun así eso no se hace. Y le di muchos besos y abrazos. No volvió a ocurrir.

El segundo castigo fue cuando tenia unos 5 años. Estábamos en el parque y el se salio corriendo y cruzo la calle solo. Fui a por el lo cogí de la mano fuerte y le dije lo peligroso que era eso y que no lo volviera a hacer. Le dije, “y ahora estas castigado, se acabo el parque por hoy” y nos fuimos. En casa le callo otro sermón. Tampoco lo ha vuelto a hacer.

En el resto de casos lo que utilizo son consecuencias. Llamemos le como queramos (naturales o no), a el no le doy tanta explicación. No salimos a la calle hasta que no te pongas el abrigo, por qué?, pues porque te resfrías. No vamos al parque si no esta todo recogido, por que? porque aprovechamos al máximo el tiempo en el parque, si no hemos recogido lo tendremos que hacer luego cuando venimos reventados, y eso hemos comprobado que es terrible.

Otro ejemplo reciente que os puedo contar es que el otro día vino Paco con una nota de su seño diciendo que no había hecho nada en toda la mañana y que tenia trabajo atrasado. La consecuencia fue trabajar toda la tarde. Castigo? no, yo lo llamo consecuencia. Hemos hablado muchas veces que el trabajo que cada uno tenemos que hacer, tenemos que hacerlo. Yo, si no he planchado por la mañana, tengo que planchar por la tarde. Si papa no termina su trabajo, se tiene que quedar mas tiempo en la ofi. El, si no ha trabajado en el cole por la mañana, pues se tienen que poner al día por la tarde.

Bueno, pues para terminar, os cuento 5 consejillos para ir reduciendo esos castigos:

_ Reforzar las buenas conductas. Comenta poco lo que hace mal y celebra mucho, todo lo que hace bien.

_ Dale las alternativas y consecuencias, siempre buenas. Por ejemplo, en lugar de decir “si no recoges no iremos al parque” dile mejor “si recoges rápido, nos dará tiempo de estar mas rato en el parque”.

_ Utiliza la empatía. Que no crea que eres extraterrestre y tu ni sientes ni padeces. Cuando te diga “no quiero ducharmeee!”, tu cuéntale que a ti te pasa igual, que te da mucha pereza, pero que sabes que hay que ducharse y a demás que después es un gustazo. Una se encuentra mucho mejor.

_ Ayúdale a reconocer sus propios sentimientos.

 

Y vosotros como lleváis este tema? Que opináis?

Mª Angustias Mariscal Navarro
Psicopedagoga y diplomada en Magisterio con amplia experiencia como educadora.
Al frente de Club Mandarina.