Es bastante normal que los niños no escriban de forma apropiada en un principio; están aprendiendo un sistema que es bastante complejo para el que poco a poco irán perfeccionando sus habilidades.

No obstante, cuando los niños siguen escribiendo al revés después de los siete años, generalmente es una señal de que existe una dificultad de aprendizaje o atención.

A continuación, te presentamos una lista de las preguntas más comunes en cuanto a este tema:

 

¿Qué es la inversión de letras?

Invertir letras significa que tu hijo escribe ciertas letras o incluso algunos números al revés, ya sea de derecha a izquierda o de arriba hacia abajo. Esto se le conoce como efecto espejo, aunque es diferente a la transposición de letras, que es básicamente cambiar el orden.
La inversión más común es la ‘b’ y la ‘d’, cuando el niño escribe una ‘b’ por una ‘d’ o viceversa. Otra inversión común es la ‘p’ y la ‘q’. Un ejemplo de una inversión de arriba hacia abajo es ‘m’ por ‘w’.

 

¿Invertir letras es una señal de dislexia?

No exactamente, el hecho de que un niño cambie el orden de las letras no es símbolo de dislexia. Algunos niños presentan frecuentemente este tipo de problemas, aunque muchos otros no. La mayoría de los niños que cambian el orden de las letras no tienen ningún tipo de dificultad de aprendizaje o de atención.

Simplemente puede ser que no recuerde cómo trazar las letras, o una dificultad visual.

 

¿Los niños superan el hábito de invertir las letras?

Una vez que un niño se convierte en un mejor lector, este tipo de problemas se desvanecen y pueden escribir mejor. Hasta el segundo año de primaria es un caso bastante normal.

Esto se debe a que b, d, p y q son en realidad las mismas letras, sólo están invertidas y volteadas. Como adultos y lectores experimentados hemos aprendido que la posición marca una gran diferencia.

A los niños pequeños se les complica hacer esta diferenciación; esta distinción es parte del proceso de aprendizaje, el cual se consolida en el momento en que desarrollan sus habilidades fonéticas y se vuelven mejores lectores.

Debes de estar atento si tu hijo continúa con este problema después del segundo año, ya que es una señal de alerta que indica la evaluación de un especialista.

 

¿Cómo puedo ayudar a mi hijo en casa?

Trabaja una letra a la vez. Si tu hijo está invirtiendo la ‘b’ y la ‘d’, empiece con la ‘b’. No trabajes con la ‘d’ hasta que tenga menos problemas con la ‘b’”. Luego puedes trabajar en otras inversiones importantes, como la ‘p’ o la ‘q’.

Lo mismo con los números. Trabaje uno solo a la vez y cuando tu hijo tenga menos problemas con ese número puede avanzar al siguiente.

¿Qué debo hacer si mi hijo no lo supera?

Si tu hijo sigue invirtiendo las letras al final de segundo grado o al inicio del tercero, coméntalo con su maestro. Tu hijo puede mejorar bastante si el profesor le pone especial atención.

Asimismo, no está de más que te informes sobre una evaluación para saber si tu hijo tiene dislexia o alguna otra dificultad de aprendizaje o atención.

 

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