El término neurodivergente se utiliza para definir a las personas cuyo cerebro funciona de una manera distinta a la de la mayoría, o típica. Neurodivergencias son el autismo, el TDAH, la dislexia, trastorno del procesamiento sensorial, el síndrome de Tourette y otras muchas enfermedades consideradas raras. Alrededor del 15% de la población mundial presenta algún tipo de neurodivergencia, según datos de la Organización Mundial de la Salud, pero ser neurodivergente no significa, necesariamente, una falta de capacidad intelectual, o de otro tipo.
A lo largo del tiempo, muchas personas del mundo del cine, la música, la literatura, la ciencia o el deporte han presentado rasgos neurodivergentes. El último caso es el de la mexicana Fátima Bosch, nombrada Miss Universo recientemente. Diagnosticada en la infancia con dislexia y Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), su nombramiento ha puesto en el foco la palabra neurodivergente con la misma naturalidad con la que antes aparecían glamour, pasarela o candidata. Y eso abre una grieta en el imaginario colectivo: la de que solo las mentes neurotípicas pueden ocupar el centro del escenario. Te presentamos otras 25 personas famosas que tienen algún tipo de neurodivergencia y que tal vez no lo sabías:
-
Keanu Reeves — Dislexia
Keanu Reeves es un actor canadiense nacido en el Líbano que creció entre varios países y una vida familiar llena de interrupciones. Diagnosticado con dislexia de niño, atravesó años escolares caóticos en los que la lectura era un obstáculo permanente. Sin embargo, esta dificultad lo empujó hacia un aprendizaje más práctico: descubrió el teatro como un espacio donde su forma de procesar el mundo —más visual, corporal y emocional— se convertía en ventaja, marcando el inicio de la carrera que luego daría vida a Matrix, John Wick y una larga lista de éxitos.
-
Emma Watson — TDAH
Emma Watson, actriz inglesa que saltó al estrellato como Hermione Granger, creció estudiando y actuando en paralelo mientras lidiaba con un TDAH diagnosticado en la infancia. Aunque rara vez lo comenta en público, ha explicado que su forma de trabajar —estructurada, meticulosa, con gran necesidad de control— está estrechamente ligada al manejo de su atención. Ese mismo rasgo la ayudó a construir una identidad más allá de Harry Potter: activista, productora y graduada de Brown University.
-
Jim Carrey — TDAH
Jim Carrey, actor canadiense convertido en fenómeno global por su humor físico y sus personajes extremos, tuvo una infancia complicada marcada por el TDAH, episodios de hiperactividad y dificultades académicas. Él mismo explica que buena parte de su estilo humorístico nació como estrategia para sobrevivir emocionalmente y canalizar una energía que parecía nunca agotarse. Con los años, ha hablado abiertamente del rol que su neurodivergencia tuvo en su creatividad desbordada, pero también en sus retos personales.
-
Anthony Hopkins — Autismo (Asperger)
Anthony Hopkins, uno de los actores más premiados del mundo, reveló de adulto que está dentro del espectro autista, algo que ilumina retrospectivamente su personalidad introspectiva, su concentración casi obsesiva y su preferencia por rutinas estrictas. Su forma de estudiar los personajes —minuciosa, repetitiva, analítica— encaja con ese perfil, y él mismo dice que el diagnóstico tardío le permitió entender por qué siempre se sintió ligeramente desvinculado del mundo social.
-
Daryl Hannah — Autismo
Daryl Hannah, actriz estadounidense recordada por Splash y Blade Runner, recibió un diagnóstico de autismo en su niñez y creció con ansiedad severa y dificultades para enfrentar entornos ruidosos o impredecibles. Confesó que evitaba entrevistas, eventos y alfombras rojas porque le resultaban sensorialmente abrumadores. A pesar de ello, sostuvo una carrera continua en Hollywood gracias a entornos controlados en los rodajes y a una red de apoyo cercana; hoy es activista ambiental y defensora visible de la neurodiversidad.
-
Ryan Gosling — TDAH + Dislexia
Ryan Gosling, actor canadiense conocido por La La Land, Drive y The Notebook, creció enfrentándose a una combinación de dislexia y síntomas de TDAH que hicieron que la escuela fuera un terreno cuesta arriba. Tuvo problemas serios de concentración, lectura y conducta, hasta el punto de que su madre decidió educarlo en casa durante un periodo para evitarle el sufrimiento diario. Él ha contado que su mente funciona mejor cuando puede sumergirse por completo en un proyecto creativo, sin la rigidez de la educación convencional. Ese cambio de entorno fue crucial: en el teatro y la actuación encontró una estructura flexible donde su forma distinta de aprender y enfocarse se convirtió en un activo, y no en una desventaja. Hoy es una de las figuras más versátiles de Hollywood y un ejemplo de cómo un estilo de pensamiento alternativo puede florecer cuando encuentra el espacio adecuado.
-
Channing Tatum — TDAH + Dislexia
Channing Tatum, actor estadounidense conocido por Magic Mike, Step Up y Foxcatcher, ha sido muy franco al hablar de su infancia marcada por el TDAH y la dislexia. Ha contado que en el colegio se sentía “el niño tonto” porque no podía seguir las clases al ritmo esperado, y que pasó años pensando que el problema era él, no la falta de apoyo académico. Aunque recibió diagnóstico temprano, no contó con los recursos adecuados y su autoestima se resintió profundamente. Fue el deporte primero y la actuación después lo que le permitió reconstruir su confianza: en la interpretación descubrió un lenguaje corporal y emocional donde su forma de aprender —más física, intuitiva y energética— era una ventaja. Hoy utiliza su visibilidad para defender la importancia de detectar y acompañar la dislexia y el TDAH en la infancia, evitando que otros niños pasen por lo que él pasó.
-
Kiera Knightley — Dislexia
Keira Knightley, actriz británica reconocida por Piratas del Caribe, Atonement y Orgullo y Prejuicio, descubrió que tenía dislexia cuando tenía seis años, un diagnóstico que explicó por qué la lectura era para ella una tarea agotadora y frustrante. Knightley ha contado que lo único que la motivó a mejorar fue un trato con sus padres: si trabajaba duro en lectura, podría actuar. Esa motivación artística se convirtió en motor académico, y gracias a una mezcla de esfuerzo, creatividad y apoyo familiar consiguió superar muchas de las barreras que enfrentaba en la escuela. Su dislexia, lejos de impedirle destacar, moldeó su estilo de estudio y su forma intuitiva de aprender guiones, ayudándola a construir una carrera marcada por personajes complejos y una presencia escénica intensa. Hoy habla de su experiencia como ejemplo de que las dificultades de aprendizaje no definen el potencial de un niño.
-
Billie Eilish — Síndrome de Tourette
Billie Eilish, cantante y compositora estadounidense que revolucionó la música pop desde los 14 años, convive con el síndrome de Tourette desde pequeña. Sus tics, que aumentan con cansancio o estrés, se hicieron visibles en vídeos virales, lo que la motivó a hablar abiertamente del tema. Ha explicado que, aunque a veces es incómodo, el Tourette forma parte de su identidad creativa y emocional, y que entenderlo le permitió desarrollar una relación más sana con su cuerpo y su propia expresión artística.
-
Lewis Capaldi — Tourette
Lewis Capaldi, músico escocés cuya voz desgarrada lo volvió famoso con Someone You Loved, hizo público su síndrome de Tourette en 2022. En su documental muestra cómo los tics afectan su respiración durante los conciertos y cómo la ansiedad los intensifica hasta el punto de frenar su carrera temporalmente. Su sinceridad lo convirtió en una poderosa figura de visibilidad, humanizando la experiencia de Tourette ante millones de fans.
-
Sia — Autismo
Sia, cantante y productora australiana, reveló en 2023 que recibió un diagnóstico de autismo en la adultez, tras décadas luchando con ansiedad social, adicciones y la sensación de no encajar. Explicó que pasó la mayor parte de su vida usando “máscaras” para poder funcionar socialmente en la industria musical. Comprender su neurodivergencia le permitió reinterpretar toda su trayectoria emocional y mostrar una vulnerabilidad que transformó su relación con el público.
-
Justin Timberlake — TDAH + TOC
Justin Timberlake, cantante, actor y figura del pop estadounidense, ha contado que convive con TDAH y TOC, describiendo su mente como un lugar hiperactivo pero obsesionado con el orden. Esta mezcla, que a veces puede ser agotadora, también influye en su capacidad creativa, su perfeccionismo musical y su necesidad de controlar cada faceta de sus proyectos, desde NSYNC hasta su carrera solista y el cine.
-
i.am — TDAH
Will.i.am, líder de Black Eyed Peas, productor e innovador musical, explica que su TDAH no solo es un desafío, sino la fuente de su creatividad inagotable. Su cerebro funciona, según él, como un generador constante de ideas que lo lleva a trabajar en música, tecnología, diseño y activismo social simultáneamente. Atribuye parte de su éxito justamente a esa forma diferente de procesar y conectar conceptos.
-
Bono (U2) — Dislexia
Bono, líder de U2, reveló que tiene dislexia y que durante su infancia sintió que siempre estaba “un paso detrás” de sus compañeros. Sin embargo, esa dificultad lo llevó a desarrollar una enorme sensibilidad hacia la palabra cantada y una forma poética de escribir que se convirtió en sello distintivo de la banda. Hoy considera la dislexia como una pieza central de su identidad creativa.
-
Cher — Dislexia + Discalculia + Disgrafía
Cher, icono pop y actriz ganadora del Óscar, vivió gran parte de su vida sin entender por qué tenía dificultades severas en lectura, escritura y cálculo. De adulta descubrió que tenía dislexia, discalculia y disgrafía, lo que arrojó luz sobre una infancia escolar traumática. Aun así, convirtió su sensibilidad visual y musical en el eje de una carrera de más de cinco décadas.
-
Hannah Gadsby — Autismo + TDAH
Hannah Gadsby, comediante australiana célebre por Nanette, recibió en la adultez los diagnósticos de autismo y TDAH, algo que convirtió no solo en parte de su discurso humorístico sino en herramienta política. Cuenta que su vida siempre estuvo marcada por malentendidos sociales, dificultad para interpretar señales no verbales y sobrecarga sensorial, y que la comedia le permitió crear un lenguaje propio donde su forma de pensar es fortaleza, no defecto.
-
Chris Rock — Autismo
Chris Rock, uno de los comediantes más influyentes de Estados Unidos, reveló que tiene un trastorno del espectro autista relacionado con el aprendizaje no verbal, lo que explica que sea brillante en escenarios pero que durante años tuviera dificultades en conversaciones cotidianas y relaciones afectivas. Con el diagnóstico, dijo, pudo reestructurar su vida emocional y aprender herramientas sociales que nunca tuvo.
-
Dan Aykroyd — Tourette + Autismo (Asperger)
Dan Aykroyd, actor y guionista canadiense conocido por Cazafantasmas, contó que de niño presentó tics vocales y motrices vinculados al Tourette, y que más tarde supo que también cumple criterios del espectro autista. Sus obsesiones —policía, fantasmas, equipos especiales— alimentaron directamente su creatividad como guionista, mostrando cómo su neurodivergencia moldeó su obra.
-
Whoopi Goldberg — Dislexia
Whoopi Goldberg, actriz (Ghost), presentadora y una de las pocas EGOT, descubrió en la adultez que tenía dislexia. Su diagnóstico dio sentido a una infancia dura en la que fue etiquetada como “perezosa” por no poder leer al ritmo de los demás. Con el tiempo se convirtió en defensora pública de las dificultades de aprendizaje, usando su plataforma para normalizarlas.
-
Temple Grandin — Autismo
Temple Grandin, profesora de Colorado State University, es una de las figuras más influyentes del movimiento por la neurodiversidad. Diagnosticada autista en la infancia, aprendió a pensar en imágenes tridimensionales, un talento que la llevó a revolucionar el diseño de instalaciones ganaderas en todo el mundo. Su trabajo académico y divulgativo cambió la forma en que la sociedad entiende el autismo.
-
Neil Gaiman — TDAH
Neil Gaiman, autor británico de Sandman, Coraline y American Gods, ha dicho que presenta rasgos claros de TDAH, especialmente su dificultad para concentrarse en tareas que no lo apasionan y su facilidad para obsesionarse con ideas particulares durante horas. Su mente inquieta es, según él, el motor que alimenta su imaginación, su productividad y la creación de universos literarios complejos.
-
Jane Austen — Sospecha histórica de autismo
Jane Austen, novelista británica del siglo XIX (Orgullo y Prejuicio), no tuvo diagnóstico posible en su época, pero estudios modernos sugieren que podría haber tenido rasgos del espectro autista debido a su extrema sensibilidad, su introspección y su precisión observadora. Su obra, profundamente analítica sobre las normas sociales, refleja un tipo de mirada distante y aguda.
-
Simone Biles — TDAH
Simone Biles, la gimnasta más laureada de la historia, ha convivido con TDAH desde niña y explicó públicamente que la medicación forma parte de su estabilidad emocional y su capacidad de enfoque. Cuando un hackeo filtró su información médica, respondió con un mensaje claro: no hay vergüenza en ningún diagnóstico, convirtiéndose en ejemplo de transparencia y fortaleza.
-
Elon Musk — Autismo (Asperger)
Elon Musk, empresario sudafricano-estadounidense y figura clave en automoción eléctrica (Tesla) y exploración espacial, reveló en televisión que está dentro del espectro autista. Atribuye su hiperfocalización, su comunicación directa y sus dificultades con la ironía a esta condición, que él considera parte fundamental de su capacidad para abordar problemas complejos sin distracciones externas.
-
Richard Branson — Dislexia
Richard Branson, fundador del grupo Virgin, enfrentó una infancia escolar difícil por la dislexia, que lo llevó a abandonar la escuela a los 16 años. Sin embargo, su pensamiento global, intuitivo y orientado a la resolución de problemas se convirtió en su mayor activo, permitiéndole construir un imperio empresarial diversificado.












