Se calcula que en España hay unos 2,6 millones de personas con movilidad reducida o problemas de visión, es decir, que son candidatos a solicitar la tarjeta de aparcamiento reservado. Esta tarjeta existe hace décadas y su finalidad es la de facilitar la movilidad, la accesibilidad, la seguridad y de las personas con discapacidad y problemas de movilidad.
Aunque es válida a nivel europeo, en cada región puede tener distintas peculiaridades y se debe solicitar a nivel local, en cada ayuntamiento.

No sólo para usuarios de sillas de ruedas

Aunque los requisitos exactos dependen de cada comunidad autónoma, hay unas normas generales que se aprobaron mediante la Recomendación del Consejo del 4 de junio de 1998, donde se establece la creación de esta tarjeta y algunas normas básicas para regularla. En general, para acceder a ella tienes que tener reconocido un 33% al menos de discapacidad, ser usuario de silla de ruedas o tener reconocida una deficiencia visual que implique un grado de las limitaciones en la actividad igual o superior al 65%. En algunas comunidades también se tienen en cuenta problemas de conducta o psiquiátricos

Personal e intransferible

El derecho a aparcar en una plaza de aparcamiento para personas con movilidad reducida es personal e intransferible. No hace falta que la persona en cuestión conduzca o tenga un coche a su nombre, pero sí que el coche al que va asociado sea el que usa la persona con discapacidad para desplazarse, ya sea como conductor o pasajero

La gestionan los ayuntamientos

Las personas que cumplan los requisitos, podrán acercarse al ayuntamiento o junta de distrito de su localidad y solicitar la tarjeta de estacionamiento para aparcar en plazas reservadas. Deberán llevar: la tarjeta de discapacidad (o dictamen en el que establece que tiene movilidad reducida), el DNI, fotos… y, si lo tuvieran, una copia del carné de conducir, aunque cada ayuntamiento podrá pedir la documentación adicional que considere. Además, serán necesario renovarla cuando caduque a los cinco años o en caso de haberla extraviado por los motivos que sean. Actualmente, el trámite se puede poner en marcha de manera online. Este es el portal del Ayuntamiento de Madrid para ello.

A qué da derecho la tarjeta de aparcamiento

Disponer de la tarjeta de estacionamiento no sólo da derecho a estacionar por un tiempo ilimitado en espacios reservados, sino que otorga una serie de ventajas adicionales. Aunque depende de cada localidad, en general puede ser, por ejemplo, acceder a zonas restringidas al tráfico o estacionar o parar (por tiempo limitado) en zonas reservadas a carga y descarga.

Menos impuestos y tasas

También suelen estar exentos de pagar algunos impuestos o que estos sean más bajos. Por ejemplo, en muchos ayuntamientos no tienen que abonar el Impuesto de Vehículos de Tracción Mecánica (Impuesto de Circulación) y suelen tener más ventajas (gratis y/o más tiempo) en las zonas de la O.R.A.

 

Cómo deben ser plazas reservadas

Las plazas reservadas deben cumplir una serie de características: estar señalizadas -tanto en el suelo como en una señal V15 vertical- con el símbolo internacional de una persona en silla de ruedas en un fondo azul; deben estar situadas cerca de accesos o pasos de peatones; y ser más grandes que una plaza de aparcamiento normal, pues deben tener cinco metros de largo y dos de ancho, como mínimo, y un lateral de al menos 1,5 metros.

Multas si no se usan correctamente

Tanto para las personas que usan mal estar tarjetas -por ejemplo si se aparca en estas plazas cuando la persona con discapacidad no está en el coche- como para las que aparca en estas plazas sin tener tarjeta, existen una serie de sanciones y/o multas. Así, las personas que aparcan en estas plazas sin tener derecho se enfrentan a una multa de 200 euros y la posibilidad de que se retire el vehículo con grúa, lo que lo encarece aún más. En caso de que sea la persona usuaria la que use indebidamente, el ayuntamiento podrá retirarle el derecho a usarla.

¿Qué pasa si se utiliza una tarjeta falsa?

Falsificar una tarjeta de aparcamiento, además de ser una conducta incívica y poco sensible con las personas que sí lop necesitan, es un delito, concretamente un delito de falsedad documental, que puede acarrear pena de prisión desde los 6 meses hasta los 3 años de cárcel, además de una multa.

Puede usarse en toda la Unión Europea

Aunque España adaptó la legislación más tarde, desde 1998, la tarjeta de estacionamiento reservado para personas con movilidad reducida es de carácter europeo. Esto implica que, con la tarjeta emitida por el ayuntamiento de su localidad, se puede aparcar en las plazas reservadas para personas con movilidad reducida vayan a la ciudad europea que vayan.

En las mismas condiciones que los locales

Y lo harán con las mismas ventajas de las que gozan los habitantes de esa ciudad. Así lo dispuso una actualización de 2008 de la Recomendación del Consejo Europeo, en la que dice literalmente que «las personas con discapacidad puedan disfrutar en toda la Unión Europea de las facilidades a que da derecho la tarjeta de estacionamiento para personas con discapacidad con arreglo a las normas nacionales vigentes del país en que se encuentre la persona».

El artículo se ha publicado en 20minutos.