[vc_row][vc_column width=»2/3″][vc_column_text]Andrea Rodríguez Martínez[/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=»1/3″][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column width=»2/3″][vc_column_text]

[mk_divider style=»single» divider_color=»#015345″ divider_width=»full_width» margin_top=»20″ margin_bottom=»20″]

El yoga, una práctica educativa para niños con necesidades especiales

 

El Yoga es una tradicional disciplina física y mental que se originó en la India, hace más de 3000 años. Según Iyengar B., uno de los maestros de yoga más importantes del mundo, el yoga significa unión, unión entre cuerpo, mente y espíritu. Es decir, es “la unión del cuerpo con la mente y de la mente con el alma.”

Nos ayuda a encontrar el equilibrio interior y dada su tradición milenaria, le otorga una base rígida con valores importantes, que se caracteriza por tener una filosofía que integra al SER en todas sus dimensiones.

A través de ella, los niños ejercitan su respiración y aprenden a relajarse para poder hacer frente al estrés, a las situaciones conflictivas y a la falta de concentración, problemas tan evidentes en la sociedad actual. El yoga les ayudará en su largo camino hacia el dominio físico y psíquico y practicarlo como si fuera un juego, podría ayudarles a adquirirla como un hábito o rutina diaria y así, lograr su principal objetivo: relajarse y a ampliar su capacidad de concentración.

Tal y como dice Shakta Kaur Khalsa  en su libro Yoga para niños: el vuelo de la mariposa”, el yoga se dirige al niño de manera integral, incluyendo la conexión cuerpo/mente. Esta actividad también trabaja fortaleciendo y organizando el sistema nervioso, lo cual es esencial para los niños con necesidades especiales. Estimula a que fluya su creatividad, que sus miedos, angustias y tristezas se desvanezcan, que su confianza en sí mismos brille, y que sus mentes y corazones trabajen al unísono.

l9789999101783

El doctor Martínez López explicaba en un artículo para la revista de la Asociación Española de Practicantes de Yoga (AEPY) que “no se puede planificar una práctica estándar del yoga igual para todos los tipos de niños, sino que antes tenemos que estudiar y analizar el temperamento y las necesidades de cada uno» Por esta razón el yoga requiere una dedicación y constancia, cualidades positivas e importantes a tener en cuenta tanto para adultos como para niños.

Investigando y contrastando diferentes fuentes acerca de esta actividad, he alcanzado una forma adecuada de transmitir lo beneficiosa que es esta técnica para niños con necesidades especiales (y no solo para ellos, sino para todos). Son muchos los profesionales que practican y tienen en cuenta  esta tan buena actividad para despertar, equilibrar y transformar la conciencia en estos niños.

yoga-infantil-culturabadajoz

Uno de ellos es, Christine McArdle, especialista en yoga terapéutico en niños. Ella creó la Formación de Yoga para Niños, “OM Shree OM” en el año 2004 y desde entonces ha formado y enseñado su método, durante todos estos años, para enseñar a los niños a través del yoga a profesores de Estados Unidos, Holanda, Francia, España, Costa Rica y Perú. A su vez, ha hecho una investigación sobre el yoga con niños con autismo en EEUU en el año 2006 y como profesora de niños, que es, Christine integra su práctica en las aulas y lo promueve no solo para el bienestar del niño y del propio maestro, sino también porque lo ve como una herramienta potente para la transformación del sistema educativo tradicional en todo el mundo.

Otro profesional en el que me he basado ha sido el Dr. López Rosetti. Él se centró en los resultados que ofrece esta técnica elaborando una serie de cuestionarios para los docentes y llegó a la conclusión de que la meditación en las clases de yoga con niños mejora el vínculo entre ellos y con los maestros generando un ambiente que facilita el trabajo de enseñanza y, que además, refuerza la concentración, la atención y la memoria de los niños, mejorando sus capacidades cognitivas.

Por su parte, la Dra. Kristie Patten, profesora asistente de terapia ocupacional en la Universidad de Nueva York, dice literalmente que “el yoga es muy efectivo”, ya que está orientado a fortalecer todas las capacidades de los niños con autismo, además de reducir su estrés: “Sabemos que la ansiedad alimenta un montón de comportamientos negativos, por lo que el programa de yoga les da una estrategia para lidiar con ellos, y si se hace todos los días, se convierte en una parte integral del día donde se establece como una rutina de clase y permite a los niños estar en calma, centrados y listos para aprender.”

Special Yoga Foundation es una organización benéfica, creada en 2004 y fundada por Jo Manuel, cuyo objetivo principal es proporcionar la actividad del yoga como intervención terapéutica para niños con necesidades especiales.

Jo Manuel piensa que el poder y el impacto que tiene el yoga en estos niños no es conocido todavía por mucha gente. Sin embargo, lo que sí afirma es que el yoga es una actividad que ayuda a equilibrar y perfeccionar el sistema nervioso del niño, la cual es la base para mejorar la vida de estos niños.

“Sabemos que un sistema nervioso equilibrado crea a un niño más tranquilo, que dormirá durante períodos más largos de tiempo y más profundamente. Desarrollarán más resistencia a través de la capacidad de autorregulación, reducirán la tensión y la ansiedad; equilibrando y aprendiendo cómo relajarse y cómo soltar la tensión y la frustración”. (Jo Manuel)

Rocio Carballal, directora de un centro de Yoga en Madrid, se formó con Christine McArdle. Para ella lo fundamental es que el yoga se puede adaptar siempre a niños con necesidades especiales proporcionándoles numerosas habilidades en tres niveles.

A nivel físico, el yoga ayuda a estos niños a conseguir una mayor y mejor flexibilidad, a tonificar sus músculos, (que suelen estar muy atrofiados), a mejorar en sus articulaciones y en su alineación postural, ya que, en ocasiones, suelen tenerla muy perjudicada y a tomar conciencia de su cuerpo, (aspecto importante porque no suelen tener conciencia corporal).

Con el yoga, estos niños van tomando mayor conciencia de sí mismos, y de su cuerpo, y eso les repercute en una mejor relación con su entorno y con los demás.

A nivel emocional, el yoga fomenta en los niños valores como el amor, el respeto, (hacia sí mismos y hacia los demás), la paz y la relajación interior; aspectos imprescindibles y necesarios para estos niños que suelen vivir en estados muy altos de alerta o estrés.

Y a nivel mental, el yoga les ayuda a adquirir un mayor desarrollo de la atención y la concentración, ya que esta actividad actúa directamente sobre el Sistema Nervioso Central, el cual desarrolla los dos hemisferios cerebrales.

Todo lo expuesto hasta ahora me hace llegar a la conclusión de que el yoga es una actividad educativa llena de beneficios y aspectos positivos, que acoge de manera integral al individuo, englobando cuerpo y mente en su método. Actualmente se lleva a cabo en un número muy reducido de colegios españoles pero en EEUU es una práctica muy habitual, que desde hace años la incorpora como una asignatura más en múltiples escuelas.

En la práctica, lo ideal, sobre todo trabajando con niños con necesidades especiales, sería que mínimo una vez al día practicaran esta actividad tan beneficiosa para ellos. Es importante recordar que los protagonistas serán los propios niños (de hecho ellos mismos pueden llevar el ritmo de la actividad) y que el maestro les acompañará, en todo momento, para apoyarles y/o haciéndoles de guía . El tono de la voz, los movimientos y la comunicación no verbal son factores muy importantes a tener en cuanta a la hora de realizar yoga con estos niños. Lo principal es proporcionarles relajación hablándoles con suavidad.

En referencia a la duración, estas sesiones deben ser cortas (no más de 15 minutos)  ya que estos niños suelen dispersarse con facilidad. Y, al igual que sucede con los adultos, este tipo de actividades con niños no se aprenden de un día para el otro, por ello hay que tener paciencia y servirles de ejemplo para que, poco a poco, vayan adquiriendo la rutina y se vayan habituando a estas sesiones diarias.

Con respecto a las posturas que se utilizan en clase con los niños, existen algunas especialmente divertidas y lúdicas e ideadas para los más pequeños. Cada postura se debería aguantar hasta que le resulte incómoda al niño, al menos unos 15 segundos cada una.  A continuación citaré algunas de estas posturas y sus beneficios:

Cobra

  • Árbol: es la clásica y divertida postura donde se desarrolla el equilibrio y aumenta la capacidad de concentración.
  • Triángulo: ayuda a estirar bien los músculos de las piernas y la espalda.
  • Guerrero I: fortalece las piernas y mejora la concentración.
  • Guerrero II: fortalece las piernas y ejercita el equilibrio favoreciendo la concentración y la coordinación.
  • Perro: Es una postura muy completa donde se estira todo el cuerpo al mismo tiempo que se fortalecen brazos y piernas.
  • Dragón: Fortalece piernas, brazos y pulmones, practicando la respiración.
  • Flecha: Ejercita los músculos abdominales, piernas y brazos; así como la atención y concentración para no perder el equilibrio.
  • Cobra: fortalece y da energía a los brazos y las muñecas. También estira  y endereza la columna vertebral.
  • Relajación Profunda: es la última postura de una sesión de yoga. En ella el niño está tumbado, boca arriba, y con los brazos y las piernas estiradas, pero relajados. Junto con música de fondo (la cual estimula el hemisferio derecho del cerebro), el niño irá imaginando en cada respiración algo bonito y tomando conciencia de cada parte de su cuerpo. Estos ejercicios sencillos de respiración ayudan a que aumenten su capacidad torácica, así como a estimular la imaginación y la concentración, reduciendo el nerviosismo y la ansiedad y favoreciendo el equilibrio emocional.

Dada mi experiencia en Nueva York como observadora en un centro de educación especial (Children´s Academy), donde se llevaba a cabo esta actividad varias veces al día, y tras mi propia implicación en ella cuando estudiaba las oposiciones para maestra, puedo afirmar lo positivo que ofrece esta técnica y los incontables privilegios que puede aportarnos.

En definitiva, el yoga es una disciplina científica compuesta de actividades físicas y mentales, cuyo propósito primordial es ayudar a mejorar el desarrollo natural de los niños con necesidades especiales para mejor la calidad de sus vidas alcanzando su máximo potencial.

Eso sí, es una disciplina que no reporta beneficios si no se realiza con absoluta constancia. Para poder observar cambios en la conducta de estos niños y en la propia, hay que ser constantes. Además, utilizando el yoga con estos niños se trabaja la neuroplasticidad de su cerebro, y para ver cambios a ese nivel, se necesita un total compromiso con la práctica.

“El cuerpo es el primer medio de relación que tenemos con el mundo que nos rodea, por lo tanto es preciso conocerlo y utilizarlo en todas sus dimensiones.” 

Gómez, I.

[mk_divider style=»single» divider_color=»#015345″ divider_width=»full_width» margin_top=»20″ margin_bottom=»20″]

 

andrearodriguezmtnz

Andrea Rodríguez Martínez

Diplomada en Educación Infantil.
Licenciada en Psicopedagogía.
Amplia experiencia docente en enseñanza infantil y primaria.[/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=»1/3″][/vc_column][/vc_row]